EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- La Fundación Mujeres sin Fronteras respaldó la posición del vocero del bloque de diputados del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gustavo Sánchez, quien dijo que es necesario avocarse a la despenalización del aborto en las tres causales que ponen en riesgo la vida de la madre o de la criatura, para poder votar el nuevo Código Penal.
“Mujeres sin Fronteras, como entidad social de lucha en favor de los derechos del sector, coincide con el diputado Sánchez en el sentido de que el miedo y la doble moral son la retranca que impiden que tengamos un Código acorde a la realidad que vive el género en situaciones de mayor vulnerabilidad”, sostiene.
La entidad dijo esperar que los congresistas electos mediante el voto que la mujer representa, es decir, más del 50% en el padrón electoral, merece que se legisle en favor de las problemáticas que le afectan, como son el aborto en las sus tres causales.
“Esto así ya que solo las mujeres sabemos lo difícil y traumático que es una violación, que otro decida por nuestra vida, y lo que conlleva tener un hijo con malformaciones en un sistema social excluyente como el nuestro”, expresa en un comunicado de prensa.
Alegan además que es bueno que en el Congreso Nacional sepan que la participación política de las mujeres debe dársele la importancia que amerita, ya que la sociedad tiene una deuda social histórica con las mujeres.
En tal sentido estiman “es tiempo de que no se pase por alto en el Congreso los temas relativos al género y que el simple hecho de la cuota no hace equitativa nuestra participación, de que el ideal es la paridad, y que si bien es cierto que tenemos igualdad formal, no menos cierto es que en la práctica sufrimos profunda desigualdad y marginalidad”.
Reclaman a los congresistas se pongan los zapatos de la mujer al legislar y recordar que más del 50% de la población, es la madre, hija, hermana, abuela y amiga de la otra parte de la población que son los hombres.
Mujeres sin Fronteras aclara sin embargo, “No queremos plantear una lucha entre géneros, sino más bien un consenso que nos lleve a ser una sociedad más justa y equitativa, en la cual las políticas pública sean sensibles al género, para propiciar cambios que nos lleven a un país sin discriminación, sin violencia y sin desigualdad”.
