EL NUEVO DIARIO, LA HABANA.- El expedicionario del yate Granma y luchador clandestino de la revolución cubana Manuel Echevarría falleció en La Habana a los 84 años a causa de un shock séptico, publican hoy medios oficiales de la isla.
Echevarría (1933) murió en la madrugada del lunes y sus restos fueron sepultados con honores, ese mismo día, en el panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba del Cementerio de Colón.
Originario de Manzanillo, en la actual provincia de Granma (oriente), protestó contra el régimen de Fulgencio Batista desde su instauración en el poder después del golpe de estado de 1952.
Tras el fallido asalto al cuartel Moncada de Santiago de Cuba, liderado por un joven Fidel Castro, Echevarría se unió a Frank País, principal jefe de la lucha clandestina en el oriente de la isla, y distribuyó en secreto el alegato político de Castro «La historia me absolverá».
Conoció al líder revolucionario en 1955 y un año más tarde «le cupo el honor de ser uno de los expedicionarios del yate Granma», en el que viajaron a Cuba 82 hombres comandados por Fidel Castro, para comenzar la insurrección armada contra Batista, destaca el diario estatal Granma.
Echevarría fue apresado en la primera batalla y condenado a seis años de presidio.
Tras el triunfo de Castro en 1959, llegó a ser capitán y luego Jefe de la Sección de Tanques y Transporte del Ejército Central, además de ocupar varias responsabilidades en los ministerios de Industrias, Transporte, Construcción y Comercio Interior.
También cumplió misión internacionalista en Angola por dos años.
Manuel Echevarría era miembro del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único) y por «los servicios prestados a la Patria» recibió numerosas condecoraciones, entre ellas las medallas Combatiente de la Lucha Clandestina y de la Guerra de Liberación y 50 aniversario de los Órganos de la Seguridad del Estado.
