EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Durante el habitual discurso de las siete palabras que se pronuncia cada Viernes Santo, el monseñor Cecilio Raúl Berzosa criticó el abandono de niños, adolescentes embarazadas, presos apiñados y enfermos que no tienen acceso a “servicios dignos de salud”.
Durante su discurso de la cuarta palabra, el obispo acotó que estos segmentos de la sociedad “no son suficientemente atendidos” por las autoridades, por lo que clamó para que sus necesidades sean respaldadas desde el Gobierno.
Berzosa puntualizó que, también, las personas sin techo, los que piden en semáforos, los migrantes sin papeles, las viudas, los adictos, los condenados injustamente y las mujeres maltratadas son “echados a su suerte” sin ningún tipo de apoyo.
La lectura a la que hizo referencia el prelado corresponde al grito de Jesús en el huerto antes de morir: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, y sobre esta frase se basó para argumentar que “los abandonados” que señaló tienen un clamor similar al de Cristo.
En ese sentido, Berzosa explicó que la indiferencia de las autoridades ante los segmentos poblaciones que mencionó, obedece a una “cristofobia” que, según expuso, es la negación de la identidad cultural del cristianismo en el mundo de hoy.
“Se quiere condenar al cristianismo a su desaparición social y cultural, y cuando desaparece Cristo, desaparece la dignidad y el hombre también muere”, concluyó el sacerdote.
