Pregunta del ciberlector: estoy muy preocupada por mi hija mayor de 22 años. Desde hace tiempo, noto muchos cambios en su estado de ánimo, casi no duerme, por épocas se pone que no le interesa nada. Sus hermanas le buscan la vuelta, pero adquiere una actitud defensiva. Cuando esta normal es la joven más inteligente, amable y activa. Mi preocupación es, porque una de mis hermanas menores sufrió depresión y tuvieron que medicarla.
Respuesta cirberterapeuta: considerando que su preocupación tiene un sentido lógico por sus antecedentes familiares y es notorio que existe un malestar de preocupación clínica. Los datos que me suministra son aspectos característicos de un tipo de depresión. La pérdida del placer y el interés para realizar tareas o cumplir con sus compromisos, mal humor, la falta de sueño y el tiempo que tiene presentando el malestar son elementos claves para diagnosticar una depresión.
Le recomiendo que se acerque a un especialista de manera presencial que pueda evaluar su estado mental para afinar los detalles del diagnóstico, siempre que se interviene a tiempo se garantiza un mejor pronóstico. No pueden tenerle miedo a visitar un psicólogo o psiquiatra, por el contrario, ellos deben ser consultados para la intervención. En la sesión se determinaría el modelo de tratamiento que usarían.
La depresión no debe ser tratada solo por la familia; también debe incluirse a los especialistas, quienes darán las recomendaciones oportunas según el caso. Como familia pueden promover ambientes saludables y positivos, sin forzar con frases invalidantes. Nunca decir “Tienes de todo, para estar bien” “Estamos sacrificándonos por ti, para que te mejores” estas frases hieren a la persona, porque le generan culpa por la enfermedad.
Lo mejor que pueden hacer por ella, es visitar a un experto.
Por Ivonne Guzmán, MA
Psicóloga clínica
Terapeuta familiar y de pareja
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