EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El economista Roberto Mella Cohn consideró hoy muy delicadas las declaraciones de sectores privados en el sentido de que el circulante y la economía están en recesión por motivo de la implementación la una ley antilavado.
Mella Cohn dijo que esa observación podría tener una doble lectura ya que en el contexto de la evaluación internacional en materia anti lavado puede resultar muy peligrosa y prestarse a interpretaciones no convenientes para el país.
El consultor nacional en materia de anti lavado emitió la opinión durante una rueda de prensa en la que se analizaron las innovaciones en el cumplimiento de la Ley Anti lavado.
«Comunicar públicamente que el circulante y la economía están en recesión por motivo de la implementación de una ley antilavado es una declaración que podría tener una doble lectura y que en el contexto de una evaluación internacional es muy peligrosa,” consideró el especialista.
En ese sentido observó que “me queda claro como consultor externo que lo que quieren decir estos sectores sujetos a un cumplimiento antilavado, es que sus costos aumentaran y toda su forma de operar cambiarán, pero interpretarse que las ventas han disminuido producto de la implementación de la ley, es algo que hay que tener cuidado.”
A su juicio, se trata de un cambio de cultura de negocios bastante fuerte; pero de ahí a pensar que la economía tiene problemas por la implementación de esa ley, sería declarar que nuestra economía se encuentra totalmente dependiente del dinero ilícito, y de ser así tendríamos problemas peores que una evaluación.
Mella Cohn también declaró que hablar de una amnistía fiscal producto de la implementación de una ley de Anti lavado, debe explicarse muy claro en qué contexto se aplica esa concesión fiscal.
En ese sentido consideró que podría interpretarse que la amnistía es para legalizar los activos o ganancias de procedencia ilícita y eso es peligroso.
El especialista observó que, en su momento en los bancos, agentes de cambio y remesadores, todas actividades mucho más vulnerables de afectar una economía que una constructora, un corredor, un dealer o un casino, tuvieron que realizar cambios importantes en sus procesos y en la forma de hacer negocios y no quebraron, la economía no colapsó tampoco.
“El mejor de los efectos que esto tendrá es que las empresas tendrán que formalizarse, tendrán que crear procesos, tener sistemas y un personal administrativo capacitado, y eso no tiene nada que ver con la Ley de lavado, esas son brechas que ahora indirectamente obligan a corregir en las empresas y cuesta dinero hacerlo, pero nada tiene que ver con la ley”, opinó el consultor en antilavado.”
