El jefe de Estado se dirigió por dos horas ante legisladores, funcionarios e invitados reunidos en el Congreso Nacional (bicameral), para asegurar que la nación superó por primera vez los 10.000 millones de dólares en exportaciones el año pasado y que en ese período el turismo produjo divisas por otros 7.200 millones de dólares.
Recordó que la economía creció 4,6 % en 2017, a pesar de las pérdidas que causaron los huracanes Irma y María, que la inflación fue de 4,2 %, y que la depreciación del peso frente al dólar fue de 3,3 %, menor a lo estipulado.
También resaltó que la nación caribeña recibió el año pasado 6,2 millones de turistas vía aérea y otros 1,1 millones a bordo de cruceros.
«Para que se hagan una idea, para acomodar a todos estos visitantes, los hoteles dominicanos ya abrieron 8.366 nuevas habitaciones y están en construcción unas 15.000 adicionales», aseguró el mandatario en su discurso, al revelar que el turismo emplea a 330.000 personas.
El gobernante arrancó ovaciones al anunciar que enviará 900 soldados y equipos de vigilancia para reforzar la custodia de la fronteras, especialmente la de Haití, para contrarrestar el flujo migratorio irregular, así como el contrabando y el narcotráfico.
«Vamos a coordinar a todas las instituciones que trabajan en la frontera: Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, Seguridad Fronteriza y la Dirección General de Migración, para que hagan valer la ley dominicana en la frontera», expuso el mandatario.
Sin embargo, advirtió que no se puede aspirar a tener fronteras impermeables y ordenadas si al mismo tiempo se alimenta «una demanda de mano de obra irregular en sectores como la agricultura, la construcción» o en los «propios hogares».
En su discurso, Medina no abordó el tema de la corrupción ni el caso específico de los sobornos que confesó pagó en el país la constructora brasileña Odebrecht para agenciarse millonarias licitaciones públicas.
El tema Odebrecht no fue tocado en el discurso presidencial, a pesar de que la oposición y movimientos cívicos como Marcha Verde habían demandado de Medina emitir sus consideraciones al respecto, al igual que a las supuestas irregularidades que se habrían cometido en el proceso de licitación para la construcción de la termoeléctrica que la multinacional ejecuta en el sur del país.
Esa generadora, que producirá 750 megavatios, sí la mencionó Medina para abrigar la esperanza de que su puesta en funcionamiento significará el final de los apagones que por décadas azotan el país.
«Esta unidad operará en condición de prueba a principios de diciembre de este año y se prevé la entrada en servicio de la Unidad II a partir de febrero de 2019», afirmó.
Medina dijo, por otra parte, que la pobreza en el país se redujo de 39,7 % en 2012, cuando asumió su primer mandato, a 25,5 % a septiembre del año pasado, mientras la clase media creció de 22,6% al 30 %.
El presidente también habló sobre la inversión de su Gobierno en la educación preuniversitaria, que incluye la construcción de miles de aulas y la entrega de computadoras a un millón de estudiantes y a 80.000 docentes.
Asimismo, de que en menos de dos meses se pondrá en operación el Teleférico de Santo Domingo que, «impactará a más de 287.000 residentes en barrios históricamente marginados». Además, que la segunda línea el Metro de la capital se pondrá en operación en julio próximo.
En su segundo discurso de rendición de cuentas de su segundo mandato, que inició en agosto de 2016, el gobernante señaló que los crímenes han descendido en la nación en años recientes, a pesar de que amplios sectores consideran que la criminalidad y la inseguridad son de los flagelos que más afectan a los ciudadanos.
En la parte final de su alocución, Medina pidió al Congreso que dé su aprobación, «a la mayor brevedad posible», a los proyectos de leyes de partidos políticos y electoral, «para dotar al país de un marco jurídico sólido y confiable en materia política y electoral».
Por EFE
