Ante la impotencia que siento al ver lo que acontece en Venezuela, debo decir que me avergüenza la posición adoptada por la República Dominicana ante este atropello, enmudeciendo y respaldando el accionar de ese gobierno descarriado.
Creo que se nos olvida que la hermandad de los dominicanos es con el pueblo venezolano, no con su Gobierno, independientemente de qué tan bien se portó Chávez con RD al «regalarnos» su petróleo. Ya es un descaro hacerse de la vista gorda y continuar bajo ese chantaje.
Es como si escucháramos al vecino de al lado pegándole a su mujer y a sus hijos, y éstos gritando por auxilio, pero preferimos no hacer nada porque «eso es injerencia» y además el vecino nos presta su casa de playa.
Este mismo silencio que hacen hoy muchos países ante Maduro y sus secuaces, lo harán mañana si nos llegara a suceder lo mismo, porque la verdad es que a nadie le importa realmente.
Al fin y al cabo, lo importante es el petróleo de Venezuela, no los venezolanos. No?
Mientras tanto vemos como llegan en manadas los hermanos venezolanos buscando suerte en un país «libre», que está buscando cómo sobrevivir por sí mismo entre corrupción, delincuencia y desigualdad. Ellos locos por venir, y nosotros locos por irnos.
Estimado presidente Danilo Medina, algo que decir? Imagino que si no le rinde cuentas a su país, mucho menos hablará de Venezuela.
Por lo menos algo sí sabemos, y es que tendremos arepas deliciosas para disfrutar para rato.