EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – Un día como hoy, hace ya 110 años, nació en la ciudad de Barahona un 6 de junio de 1912, María África Gracia Vidal conocida como María Montez, la dominicana que conquistó con su belleza y encanto las mieles del éxito en Hollywood, reconocida como la «Reina del Technicolor» en los denominados “años dorados”.
Desde su natal Barahona, María vino forjando su carácter y su imponente figura, teniendo una contundente relevancia en esa ciudad. Siendo la segunda de diez hijos del español, nacido en Garafía (La Palma), Isidoro Gracia y la dominicana Teresa Vidal. Su padre se dedicaba a la exportación de madera y a la venta de tejidos.
Su imagen en la pantalla fue de una seductora que usaba vestidos con trajes de fantasía y joyas brillantes. Montez era conocida como «La Reina del Technicolor», acuñado por ser protagonista de una serie de películas de aventuras filmadas en Technicolor.
A lo largo de su carrera María Montez participó en alrededor de 26 películas, 21 de las cuales fueron rodadas en Estados Unidos y cinco en Europa, su apellido artístico lo tomó en homenaje a la bailarina Lola Montez.
A temprana edad, Montez aprendió a hablar inglés y fue educada en un convento católico de Santa Cruz de Tenerife, España.
En la década de 1930, su padre fue nombrado cónsul español en Belfast, Irlanda del Norte, adonde la familia se mudó, fue allí donde Montez conoció a su primer marido, William G. McFeeters, con quien se casó a los 17 años.
En 1939, llegó a Nueva York con las ganas de brillas como una gran estrella, donde su primer trabajo fue posar para la portada de una revista por la suma de US$50, con el tiempo se convirtió en una modelo y actriz que se consideró una de las principales figuras latina del cine y un gran referente de la moda.
Años más tardes, fue descubierta por el cazatalentos estadounidense Budy Da Silva, tras verla bailar una rumba contagiosa, acercándose y manifestándole que quería que participara en sus proyectos, desde ese momento su vida cogió otro matiz más fuerte.
Tras este éxito logrado de la película “Arabian Nights” (1942), la dominicana actúo en una serie de películas filmadas en tecnicolor y de corte aventurero como «Las mil y una noches» (1942), «La salvaje blanca» (1943), «La reina de cobra» (1944) y «Sudán» (1945), entre otras.
Mientras trabajaba en Hollywood, conoció al actor francés Jean-Pierre Aumont, con quien se casó el 13 de julio de 1943, pero éste tuvo que marcharse unos días después de su boda para servir en las Fuerzas Francesas Libres y luchar contra la Alemania nazi en el teatro europeo en la Segunda Guerra Mundial.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, formalizaron su familia y se mudaron a una casa en Suresnes, en el suburbio oeste de París, durante la Cuarta República Francesa. La pareja tuvo una hija, María Cristina (conocida como Tina Aumont), quien murió sola en su casa, a los 40 años, víctima de una embolia pulmonar.
Montez murió a los 39 años de edad, el 7 de septiembre de 1951, aparentemente debido a un ataque al corazón y fue encontrada ahogada en el baño de su residencia en Suresnes. Fue enterrada en el Cementerio de Montparnasse. En su tumba se muestra 1918 como su fecha de nacimiento, siendo 1912 la real.
Otros datos
En 2007, el presidente dominicano, Leonel Fernández, reconoció de manera póstuma a la actriz con la «Medalla al mérito» otorgada por el Gobierno en ocasión del «Día internacional de la mujer».
Además de las múltiples calles que existen en el país con el nombre de la histrión, la terminal aérea de su ciudad natal fue inaugurada el 27 de abril de 1996 por el ya fallecido gobernante Joaquín Balaguer como ‘Aeropuerto Internacional María Montez’.
En 1943, cuando filmaba ‘Gypsy Wildcat’, el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo la condecoró con la Orden de Juan Pablo Duarte en el Grado de Oficial y la Orden de Trujillo en el mismo grado.
