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18 de abril 2024
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OpiniónJosé FlándezJosé Flández

Maduro y sus delirios magnicidas

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El supuesto atentado con explosivos C4 transportados por dos drones que no llegaron al objetivo, porque según versiones oficiales, fueron impactados por disparos de francotiradores, es difícil de creer por las circunstancias confusas que presentan las pocas evidencias hasta ahora mostradas por el régimen de Maduro.

 En un tiempo récord, ya el dictador visiblemente acobardado, tenía tejida la teoría del magnicidio, acusando de inmediato al ex presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a financistas que residen en Miami, a los diputados , Julio Borges y Juan Requesens, quienes supuestamente fueron mencionados en un interrogatorio por el mayor de primera retirado Juan Carlos Monasterios, supuestamente detenido tras el “atentado”.

 En una alocución en cadena obligatoria por radio y televisión, un Maduro evidentemente nervioso, difundió varios videos donde se vio a dos supuestos cabecillas detenidos, entre ellos el mayor retirado, quien se refirió a los diputados como los facilitadores de la entrada a Colombia de los autores materiales para su entrenamiento en un pueblo fronterizo controlado por paramilitares colombianos.

 El diputado Juan Requesens fue detenido y obligado, luego de ser torturado, a confesar su participación grabada en video, señalando a Borges como el organizador de la trama del supuesto atentado, al decir que este lo contactó para que le facilitara la salida de Venezuela de un tal Juan Monasterio, supuestamente responsable material del presunto ataque.

 Desde los tiempos en que gobernaba Chávez el chavismo ha hecho decenas de denuncias de supuesto planes de golpe de Estado, atentados y otras conspiraciones supuestamente propiciadas por la oposición en complicidad con el “imperialismo”. Esa practica la heredaron los chavistas de su líder patrocinador, Fidel Castro, quien durante su larga dictadura denunció centenares de atentados, de los cuales no mostró ninguna evidencia.

 Sea cierto o no el presunto ataque con drones, si fue propiciado por la oposición este está totalmente justificado, debido a que la dictadura no ha dejado otro camino que no sea el de la violencia.

 Los diálogos no dieron resultados positivos, a pesar de varios intentos, y es que por medios pacíficos las dictaduras generalmente no ceden; ya la historia lo ha demostrado, y si han dejado el poder de forma pacifica ha sido porque ellas mismas así lo decidieron. Una de las raras excepciones fue la dictadura de Augusto Pinochet, quien propició su salida a través de un plebiscito.

 Los escépticos no descartan que el mismo régimen haya ejecutado el supuesto atentado, ya que Maduro carece de credibilidad y está acostumbrado a denunciar continuamente que está siendo victima de tramas conspirativas y nunca ha demostrado su veracidad con alguna evidencia que compruebe fehacientemente la certeza de sus acusaciones.

 La sospecha de los escépticos tendría su validez ya que podría el régimen con el supuesto atentado tratar de acentuar su carácter totalitario y de paso, desviar la atención pública de los graves problemas por los que atraviesa Venezuela evidenciados en la profunda crisis política, social y económica, la pronunciada escasez de productos básicos y medicinales, y la inflación sin precedentes de 6 dígitos que hace casi imposible el consumo de lo poco que se puede comprar en un mercado desabastecido.

 Cualquiera aseguraría, sin temor a equivocarse, que las dictaduras del siglo 21 están  hace tiempo, agonizando. Pronto estaremos presenciando su esperado entierro… que Dios nos oiga y acelere el ocaso.

Autor José Flández

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