Durante mas de 12 horas el Tribunal Supremo Federal de Brasil (TSB) discutió en forma publica y transmitido por televisión, el habeas corpus sometido por los abogados de Luis Ignacio Lula Da Silva, el ex presidente de Brasil y líder del Partido de los Trabajadores, instancia que pedía que no ingresara a la cárcel, hasta que se conociera la apelación a la sentencia de doce años de prisión a que fue condenado en Curitiba por el Juez Sergio Moro.
Después de las extensas y ricas exposiciones fundamentadas en argumentos jurídicos expuestos por los brillantes abogados que forman este tribunal, las votaciones motivadas en forma publica quedó empatada a 5 votos por bando, el TSB esta formado por 11 jueces, por lo que la Presidenta del tribunal, Ministra Carmen Lucía, tuvo que desempatar y motivar un voto que cambiará totalmente el curso político en Brasil en los próximos meses.
Aunque Lula no podrá ser preso de forma inmediata, solo le queda ganar tiempo sometiendo un recurso de revisión que tiene como fecha límite el 10 de este mismo mes de abril, y que según los expertos de la prensa brasileña no irá a ningún lado, por lo que es mas que probable que en dos o tres semanas Lula ingrese a la celda que ya le tienen preparada en el estado de Paraná y donde cumplirá los 12 años de prisión a que fue condenado, excepto que la apelación varíe su condena.
Lo que pasa con Lula debe servir de lección a los políticos que se hacen la idea de que los empresarios ricos que se les acercan cuando están disfrutando las mieles del poder, son sus amigos, los consideran sus compañeros de aventura y hasta los hacen socios de sus negocios, la mayoría de ellos cuestionados, ya que ha sido precisamente la maquinaria empresarial brasileña la que ha llevado a este líder político de amplia popularidad en su país a la situación en que se encuentra.
Esta sentencia demuestra que existe en la clase alta de Brasil, que es un país con una historia tan especial que su independencia fue proclamada por un miembro de la familia real portuguesa, el Príncipe Pedro, heredero del trono de su país, quien se sentía tan cómodo en tierras americanas, que decidió fundar el Imperio de Brasil, antes que volver a Europa a reclamar su trono.
Es decir, mientras en el resto de las Américas se fundaban repúblicas bajo el concepto de igualdad, en Brasil se desarrollada una corte alrededor del emperador, que era la cabeza de un imperio enorme en extensión, y se transportaban esclavos en enormes cantidades desde África para realizar las labores mas duras y mantener la economía en marcha.
Esta situación abarcó casi todo el siglo XIX, el imperio cayó en 1889, pero las diferencias sociales y de raza en ese país se mantienen hasta el día de hoy. Brasil es uno de los países mas desiguales del mundo, donde existe una fuerte diferencia de razas, por lo que la desigualdad y la insatisfacción social han construido una sociedad donde hay grandes contrastes y la violencia campea por sus fueros.
Pues Lula, un obrero metalúrgico, llegó al poder en el año 2003 y se mantuvo como presidente de su país ganando elecciones hasta el año 2010, cuando dio paso a su delfín la ex Presidenta Dilma Rousseff, quien fue depuesta en medio de una conspiración en su contra ejecutada por el congreso aprovechando el escándalo Lava Jato, aunque nunca fue acusada de participar en los repartos de las compañías de construcción involucradas.
La magia de Lula Da Silva en el ejercicio de la política brasileña, fue el aprovechamiento de los precios de las materias primas, que subieron de forma exponencial en los primeros años de este siglo XXI, y posteriormente invertir gran parte de esos beneficios para mejorar la vida de millones de brasileños que vivían en la mas espantosa miseria, llevando a su país a ser la séptima potencia industrial del planeta.
Es mas, en esos años, lo que se planteaba era como los llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, iban a ser las potencias económicas mundiales en el corto plazo, compitiendo con los tradicionales países ricos, como Estados Unidos, Alemania, el Reino Unido y las demás potencias europeas.
Solo que ocurrió un fenómeno que afecta a una parte importante de las democracias latinoamericanas, los empresarios, que en principio vieron estos políticos como sus aliados, ya que creaban un clima favorable a los negocios y por lo tanto a las ganancias, comenzaron a ambicionar ser participes del poder político, que muchos dicen da mas satisfacción que el mismo poder económico.
Y usando la buena fe y la visión desarrollaste del líder del PT, comenzaron a usarlo en lo que parecía un plan de expansión de las empresas brasileñas por toda América y el África de habla portuguesa, por lo que vimos como con el financiamiento del Banco de Desarrollo de Brasil y con el apoyo de los gobiernos de lo que se supone era la izquierda, comenzaron a florecer los negocios de habla brasileña por muchos casi todos los países de la región.
Hasta que comenzó el escándalo de Lava Jato, que fue el descubrimiento del cartel de empresas de construcción para realizar obras en Petrobras a sobreprecio, parecía que todo iba tan bien en Brasil que ese país fue capaz de cometer la locura de organizar con solo dos años por el medio, los dos acontecimientos deportivos mas importantes del mundo: los Juegos Olímpicos y el Mundial del Futbol.
…lo mejor que pueden hacer para protegerse y seguir ganando dinero es seguir con uno de los suyos en la presidencia.
¿Porque caerá preso Lula? pues porque los empresarios que se beneficiaron de sus gobiernos ahora no quieren que vuelva a la presidencia, lo que necesitan es a uno de los suyos, como es el actual Presidente Michel Temer, que llegó por la conspiración en contra de Dilma, nos imaginamos que los grandes empresarios de Brasil, los cuales fueron apresados y acusados en el caso Lava Jato, decidieron que lo mejor que pueden hacer para protegerse y seguir ganando dinero es seguir con uno de los suyos en la presidencia.
En este escenario Lula no les conviene, es bueno decir que a pesar de las acusaciones es el político mas popular de su país y encabeza las encuestas con miras a las elecciones que se celebrarán en octubre de este mismo año, y no puede convenirles porque la Presidenta Dilma no intervino para defenderlos cuando se descubrió la forma en que robaban a través de sobrevaluaciones multimillonarias en las obras publicas que se realizaban en una época en su país.
Solo hay que imaginar que en un país donde el dinero a los políticos se repartía como si fueran hojas de papel, donde los contratos de obras eran de miles de millones de dólares, donde los acusados cambiaron la cárcel por las llamadas delaciones premiadas, que no son mas que las confesiones de quienes formaban parte de la trama de corrupción a cambio de dar los nombres de quienes participaban.
Pues en ese carnaval de corrupción, Lula ira a la cárcel acusado y condenado en dos instancias por lavado de activos, ocultamiento dinero ilícito y trafico de influencias, ya que según la acusación recibió de parte de una compañía constructora, un apartamento en una playa del estado de Sao Paulo, cuyo costo es de 350 mil dólares, a cambio de favores para la empresa.
Solo que esta vivienda no esta a su nombre, nunca ha dormido en ella, no la ha visitado y ni siquiera es propiedad de un miembro de su familia, por lo que cuando fue interrogado en forma publica por Sergio Moro, este se limitó a hacerle preguntas sobre el apartamento que Lula respondió de forma rápida, se hizo el juicio basado en reportajes de prensa y por esto fue condenado a 10 años en primera instancia y a 12 años en segunda instancia en un tribunal de Porto Alegre.
Lo que si va a ocurrir, es que cuando Lula entre en prisión, se irán sus posibilidades del volver a ser presidente de su país, esto a pesar de su enorme popularidad, y sus amigos ricos que estaban adheridos al poder junto con el, no aparecerán jamas, porque lo que parece se ha producido es una conspiración en gran escala y con múltiples actores para impedir a toda costa que este obrero metalúrgico, que despierta odio y pasión como todo líder natural, vuelca a gobernar Brasil.
Y esto es una lección para los políticos de República Dominicana, que observen de donde vienen los ataques a la clase política tradicional, que observen como inflan a personas que no tienen tradición ni nombradía con el fin de empujar a algún representante de los empresarios hacia el Palacio Nacional, no es nada nuevo, ya ocurrió en Argentina, Chile, Panamá, Colombia, Perú y otros países de América Latina.
Después de todo a los ricos brasileños no les cuesta nada sacrificar a Lula, no es ni será nunca uno de ellos, y si pueden poner a un empresario a gobernar poniéndose de acuerdo con el, para que van a apoyar a una persona que tiene una visión social, por extracción, totalmente diferente a la de ellos y con la que tendrán que negociar medidas de asistencia a los excluidos de la sociedad brasileña.
Que aprendan los políticos del patio, a quienes hemos visto en tantas ocasiones marearse con los apellidos sonoros de personas que representan grupos de empresarios, que ahora comienzan a percibir la posibilidad en la República Dominicana de prescindir de los políticos que ya les estorban, a ver si entienden que el único amigo de los ricos ¨es un peso en el bolsillo¨ y millones en sus cuentas bancarias.