El corazón de la humanidad sangra a borbotones. La decencia y el patriotismo se encuentran ofendidos. Los ojos de la democracia se sienten infectados. Los cerebros de los hombres y las mujeres de bien, reaccionan conmocionados, decepcionados ante tanta mezquindad. Ante tanta ignominia.
El dolor y el coraje son inmenso. La rabia chorrera y la inconformidad de los pueblos se expresa en actos y manifestaciones. América Latina convulsiona y se aferra a la esperanza y a la lucha por la libertad del más noble y desprendido político del continente.
La rebeldía se multiplica y los reclamos por su libertad llenan todos los espacios, moran en todos los corazones y es que, nunca nadie que había hecho tanto por la libertad, la democracia y el bien común, habría sido victimizado, perseguido, acosado y abusado con tanta saña.
Con falaces acusaciones fue condenado sin ninguna prueba que sustente la macabra sentencia judicial, evacuada con el deliberado propósito de sacarlo de la carrera por la presidencia de su país, que ya había gobernado conduciéndolo por el sendero del desarrollo, el crecimiento y el bienestar general de sus conciudadanos.
La oligarquía de su país y las fuerzas oscuras del imperio del norte, necesitan a toda costa, convertirlo en un delincuente más, pues los resultados de sus gobiernos al frente de Brasil y por su propio origen de clase, su ejemplo de político exitoso podría resultar contagioso.
Para la derecha del continente, este símbolo del bienestar con democracia tiene que morir en la mente de las juventudes que además deben visualizarlo como el bandido que no es.
Más su impronta es tan grande, que ni los medios de dominación que sirven opinión retorcida, tras años de satanización a su figura, han logrado mellar su popularidad o reducir la admiración que por él expresan los hombres y mujeres libres.
Hoy se cumple una año de que Lula fuera encarcelado injustamente, la justicia de Brasil tiene pendiente conocer el recurso de apelación que de conocerse con apego a la verdad y la razón tendrá que decidirse por declarar su inocencia pura y simple.
Es el momento de respaldar el programa de actos y manifestaciones de reclamo por su libertad que se organiza en todo el planeta. Lula Libre. Lula Inocente y se hará justicia.
Por Francisco Luciano
El autor es docente universitario y dirigente del PTD.