Pocas cosas en la actividad humana causan mayor frustración para los que dedican parte importante de su tiempo a la actividad política, que el no obtener las metas que se han propuesto al iniciar proyectos donde lo que está en juego es el poder.
El gran problema es que la inmensa mayoría de los que aspiran a la posición mas alta de la nación, en el caso nuestro la presidencia de la República, ven rodar por el camino que lleva hasta la cúspide, sueños irrealizados y aspiraciones que nunca serán colmadas.
Esto es mas grave en el caso de la República Dominicana, donde en 51 años de historia de procesos electorales democráticos, solamente seis personas han llegado a ocupar la primera magistratura de la nación, ya que la reelección ha sido una costumbre aceptada por todos.
Esto no solo ocurre con los proyectos políticos que tienen como meta la presidencia del país, son reeleccionistas los senadores, diputados, alcaldes, regidores y hasta los que dirigen las ligas de beisbol o algún club social de los que existen en nuestras principales ciudades.
Pues teniendo esto como marco, el día de mañana se cumplirá el primer año del segundo periodo de gobierno del Presidente Danilo Medina, a quien sus adversarios políticos parecen quererle hacer pagar el haberse convertido en un obstáculo, representado por una montaña de votos, para cumplir esos sueños de ejercer el poder.
Solo eso puede explicar, la enorme frustración, que se expresa en las rabietas y pataleos, acusaciones y resabios, que comenzaron a llenar el espíritu de los que iban a perder las elecciones, desde antes del proceso electoral del 2016, pues poseían la evidencia de que se dirigían a una derrota inimaginable en la historia política contemporánea.
Lo ocurrido con Danilo en su primeros cuatro años de gobierno, fue una luna de miel con la mayoría del pueblo dominicano, que aparentemente reclamaba sin decirlo un presidente cercano, que se comunicara directamente y sin intermediarios con sus conciudadanos, que demostrara ser de carne y hueso y diera la mano a los que habían sido excluidos del progreso logrado hasta su llegada al poder.
Durante los 48 meses de su primer mandato, el Presidente Medina disfrutó de niveles de aceptación históricos que lo colocaron en forma permanente como el líder político mas popular en America Latina y en gran parte del mundo, todo esto medido por las empresas que se dedican a auscultar la opinión, negativa o positiva, que tiene la población sobre sus gobernantes.
Sin embargo, ante el éxito arrollador en términos electorales de la boleta presidencial en las elecciones pasadas, por primera vez un candidato obtiene un 62% de los votos y el PLD, partido hegemónico de la alianza de gobierno, pasa el 50% por si solo en un proceso electoral, los sectores mas rabiosos de la oposición política decidieron convertir la ¨luna de miel¨ de Danilo con su pueblo en una ¨luna de hiel¨ que han querido pintar de verde.
Solo que el librito de gobierno del presidente actual no ha variado ni en una linea de lo que se prometió continuar en la pasada campaña electoral como programa de gobierno para este cuatrienio, es mas, se profundizan las visitas sorpresa agregando ahora el rescate de nuestros bosques, proporcionando fuentes de ingresos alternativas a los campesinos que viven en esas poblaciones dispersas dedicadas al ¨conuquismo¨ que usan los arboles como fuentes de energía y el desmonte para su subsistencia.
La tanda extendida para todos los estudiantes del sector publico será ya una realidad en el próximo año escolar, las estancias infantiles se multiplican, el sistema 911 se extiende, el crédito a los campesinos de entrega a una tasa nunca ofrecida anteriormente, las pymes garantizan su desarrollo con créditos y garantía de participación en las ventas al sector público con el pago garantizado.
Se abren nuevas fuentes de trabajo en el sector turístico que vio multiplicar por dos el ingreso de visitantes en solo 5 años, se construyen nuevos hoteles en la misma ciudad de Santo Domingo, se abren carreteras, se ofrecen servicios a los viajeros en un programa modelo del gobierno ofrecido a través del Ministerio de Obras Públicas.
Mantenemos una tasa de crecimiento en nuestra economía por encima del promedio en América Latina y esto se refleja en una mejoría de la calidad de vida de los dominicanos, con una disminución de la tasa de pobreza por debajo ya del 30% (se heredó un 41%) y la pobreza extrema cayó por primera vez en nuestra historia a menos del 5% de la población con tendencia a la baja.
Planes tan ambiciosos como ¨Dominicana Limpia¨ que pretende cambiar la cultura de limpieza de nuestras ciudades y la educación de la población en cuando a la deposición de los desechos sólidos, son parte de este primer año del segundo mandato del Presidente Medina.
O la ejecución contra viento y marea de las plantas de Punta Catalina, las que serán el factor clave para resolver un problema que a todos nos parecía insoluble, pues nos hemos acostumbrado al deficit energético que ha sido una eterna compañía para todos los que crecimos en las generaciones posteriores a la dictadura de Trujillo.
Y todavía tenemos que esperar a la solución a través del INTRANT, uno de los mas graves problemas que tenemos actualmente, el desorden en el transito en nuestras calles, el costo exagerado que tiene para nuestra gente para llegar a sus lugares de trabajo por el deficiente servicio de transporte público que es característico de nuestras grandes ciudades, muy especialmente Santo Domingo y Santiago.
Todo esto y mucho mas ha querido ser amargado por los frustrados de las pasadas elecciones rumiando su perdida vertiendo hiel de color verde, en el auspicioso panorama económico y social que vive en la actualidad la República Dominicana que es un país ejemplo de progreso y desarrollo en un ambiente de libertades democráticas.
Saludamos este aniversario del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana y aliados encabezado por el Presidente Danilo Medina, esperanzados en el futuro pues ya se nota que el intento de convertir la ¨luna de miel¨ de los primeros cuatro años, en una ¨luna de hiel¨ de 48 meses ha fracasado, a quien tenga dudas que cuente ¨los verdes¨ de la mancha del pasado domingo en Bonao, los miles ya se cuentan por cientos, lo que significa que no podrán ya amargarnos la vida a todos, lo que evidentemente era su propósito.