Santo Domingo 23 / 31 Soleado
ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
20 de abril 2024
logo
OpiniónElvis ValoyElvis Valoy

Los teléfonos celulares sin pasar la prueba

COMPARTIR:

Las ultradesarrolladas sociedades de hoy día sustentan sus altos niveles de adelantos en la tecnología,  premisa sin la cual parecería imposible alcanzar grandes estándares de progreso.

 El mundo actual no se concibe sin el desafiante y avasallante complejo tecnológico que le otorga a los seres humanos el confort por el que se lucha a “brazo partido” a diario, el cual permite la  simplificación de la existencia, e igualmente nos  endulza la vida.

 El planeta completo rinde tanto culto a la tecnología, pero que si ponderamos sin fanatismos veremos que únicamente la robótica desplazará a millones de personas de sus puestos de trabajo, lo que originará un  descomunal incremento del desempleo que agudizará la pobreza y aumentará los problemas mundiales.

 El avance tecnológico ha sido de tal magnitud que hasta los ojos  de la gente han sido suplantados por complicados sistemas algorítmicos, encargados estos de rastrear las violaciones a códigos, quitándole  el “pan de cada día” a una parte significativa  de mano de obra que no tendrá adonde ir.

 A pesar de que solo unos pocos pueden gozar de ella, la costosa tecnología encandila la humanidad que considera que en su secreto están respondidas todas las preguntas de nuestros consuetudinarios males que nos abaten.

 Pero realmente no todo es color de rosa ni avance en este océano de técnicas y herramientas facilitadoras de nuestras vidas,  pues a la ostensible comodidad a la que ha acostumbrado la tecnología a la humanidad, hay que sumarle paralelamente la conspiración diaria en contra de la buena salud de las personas que estos adelantos tecnológicos producen.

 Un ejemplo de esta dualidad de facilitación de la vida que va a la par con indeterminados peligros de salubridad,  lo representa el teléfono celular, artefacto convertido en artículo de primera necesidad por la población a escala mundial.

 El teléfono celular, portable o móvil, es el “amigo íntimo”  que atesora todo lo atinente a nuestra vida cotidiana. Mientras antes los desafíos eran subir a una alta montaña, nadar cientos de kilómetros, hoy las “proezas”  que nos planteamos es poder estar un día sin el teléfono celular a cuesta.  

 Para que tengamos una idea de lo que representa en todo el mundo este aparato impredecible, los invito a ver la película Perfectos Desconocidos, del director Alex de la Iglesia, film en donde un grupo de amigos se embarcan en un juego que los retratará de cuerpo entero, y les sacará a relucir sus miedos, secretos, felonías y  las miserias humanas de las que están dotadas sus aberradas personalidades, y que este máquina con poderes ilimitados las mostrará sin ambages.

 En el filme cada uno deja su teléfono celular al alcance de la concurrencia, saliendo de allí toda la doble moral, mentiras, engaños, y falsas  poses con que algunos tratan a sus seres queridos.

 De por sí ya algunas naciones comienzan a tomar medidas para aminorar el impacto del teléfono celular en la salud de la población, y Francia acaba de prohibir a sus estudiantes menores de 15 años, el uso de estos en las escuelas, resolución que busca preservar la salud pública. Y no es para menos, pues la radiactividad que emiten los portables es capaz de producir epilepsia y tumores cerebrales en la niñez que los utilice.   

 Hace más de diez años una alta funcionaria del sector salud de un gobierno europeo advirtió del enorme daño que provocan las ondas radiactivas que transfieren los teléfonos celulares. Para esa alta ejecutiva del viejo continente, millones de seres humanos han muerto a consecuencia de la radiactividad que  estos instrumentos de comunicación originan, pero que sin embargo, nadie los certifica.

 Luego de la advertencia de mucha gente de ciencia alrededor del mundo, fue que la Organización Mundial de la Salud dio la voz de alarma. Pero no nos engañemos, pues por más vuelta que se le dé al asunto se sabe que el mercado de los teléfonos celulares es multimillonario, por lo que cualquier información al respecto no puede ir  en detrimento de las extraordinarias ventas  de este artilugio de uso personal.

 Empero creo que la tecnología tiene  el adelanto suficiente para confeccionar un teléfono libre de radiactividad, y que no ponga en riesgo la salud de la gente. Ojalá que así sea.        

Comenta

[wordads]