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20 de abril 2024
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OpiniónJosé NúñezJosé Núñez

Los jóvenes y la política en la actualidad… 2/2

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Entonces, esa apatía e indiferencia tan acentuada de los jóvenes de hoy a la actividad política desideologizada, de la cual ellos deberían ser los entes de mayor ímpetu para los cambios y exigencias, y comprometidos con los valores cívicos, la ética y la transparencia en el accionar de la política, solo tienen una opción de resolverla; es con la integración plena y formal a la política a través de sus instituciones.

Aunque muchos dicen que el resultado político no siempre está basado en la lógica, sino todo lo contrario. Así es el discurrir de la vida en muchos aspectos y resultados.

Es que hay algo que nos debe quedar claro, sin integración, es decir, sin participación es imposible empujar hacia los cambios y mucho menos ser protagonistas de los mismos.

Inclusive, existen diferentes formas del activismo social y político, aunque seguimos entendiendo y defendiendo que el más expedito es a través de organizarse en las instituciones u organizaciones de masa, especialmente las políticas.

La falta o escasez de liderazgos originales y bien formados nos empuja a las exigencias de demandar nuevas figuras, pero con el agravante que la formación política requiere de pulimento, de tiempo, y no es precisamente de corto ni mediano plazo, aquí surge la necesidad de la formación de los jóvenes en la actividad que hoy miran con tanto desdén y desprecio.

Ellos son las materias primas limpias y que están en mejores capacidades de oxigenar los escenarios políticos dirigenciales en los partidos y en los que están enquistados en el poder del Estado, es decir, de la administración pública.

Es justo decir que los jóvenes de hoy están tan despegados de las actividades políticas porque la falta de credibilidad y transparencia en que las mismas se desenvuelven tanto en los partidos como desde la administración del Estado, están sometidas a severos cuestionamientos, y lo lamentable del caso es que estas sospechas lucen correctas o por lo menos con mucha lógica; eso es lo que se observa en la realidad.

En estos escenarios, se les exige a los jóvenes que deben formarse para dirigir tanto los partidos como la sociedad, “pero del dicho al hecho hay una gran distancia”, porque esta necesaria educación, las herramientas ni los espacios adecuados, los dinosaurios de la política y los empresarios metidos a esta actividad les interesa facilitarles, ni darles treguas…, es más, ni el más mínimo chance para dirigir casi nada que tenga mucha importancia.

El sector de la juventud y el femenino son las dos áreas fundamentales que deciden a nivel poblacional cualquier victoria electoral, éstos siempre representan en cualquier Nación del mundo más del 50% del total de sus habitantes con derecho a ejercer el sufragio.

Se pueden contar con los dedos de una mano y sobran los jóvenes que están como primer ministro, presidente o también como jefes de partidos políticos. Por esta situación es que usted puede escuchar que se recurre a decirles jóvenes a muchos dirigentes que están sobre los ta, es decir con 40 años y más, y aunque son jóvenes, pero en términos biológicos la edad de la juventud llega hasta los 35.

 

Y se puede observar, que mientras más poderosas son las naciones, sus mandatarios son generalmente sesentones, los de menor edad de 50 años son las excepciones, sin importar el tipo de gobierno o democracia.

No hay dudas que ellos, los jóvenes, representan el futuro de la naciones, pero lo cierto es, que generalmente no los tienen ni como dirigentes ni muchos menos como figuras cimeras en las direcciones de los partidos políticos, salvo honrosa excepciones, aunque hay un clima favorable para su inserción en el activismo político,.

Pero su desinterés y los obstáculos que les ponen quienes dirigen estas estructuras añejas, al conjugarse el poco interés y las cizañas, se convierten en el caldo de cultivo ideal para que los jóvenes estén como están; desvinculados casi totalmente del accionar político. Y Entonces…

En conclusión, si son los jóvenes el futuro de las organizaciones políticas y de los países, abrámosles las puertas de las instituciones y pongámosles las herramientas adecuadas y necesarias en sus manos para provocar su motivación a esta hermosa ciencia que la han desvirtuando tanto.

 

¡Adelante con esta materia prima; limpia y sana: Los jóvenes de todo el planeta tierra…!

 

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