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19 de abril 2024
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Los contratos de Albert Pujols y Robinson Canó entre los peores en Grandes Ligas

Los contratos de Albert Pujols y Robinson Canó entre los peores en Grandes Ligas
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EL NUEVO DIARIO.-El contrato que firmó el dominicano Albert Pujols con los Angelinos de Los Ángeles en 2011 es considerado como el segundo peor entre los que están activos en las Grandes Ligas, a juicio del escritor Dan Szymborski para ESPN.com.

En el ranking también aparece en décimo lugar el criollo segunda base Robinson Canó, de los Marineros de Seattle.

Aquí está la lista en orden del 15 al uno de los peores contratos en el Beisbol de Grandes Ligas:

  1. Troy Tulowitzki (menos-4.2 triunfos)

Pagos futuros: $20 millones en 2018 y 2019, $14 millones en 2020, rescisión por $4 millones y opción del club por $14 millones para 2021

Me encontraba entre los analistas a los cuales les gustó el cambio que hicieron los Azulejos de Toronto, así que sería muy hipócrita de mi parte ser cruel. Sin embargo, desde un punto de vista numérico, sus lesiones en la ingle y corva, las primeras en su carrera que han tenido un efecto real en su actuación cualitativa, combinados con las lesiones de este año nos dan un declive suficiente para que Tulowitzki forme parte de esta lista, por encima de Yasmany Tomas. Al final, el pacto entre Rockies y Azulejos que llevó a Tulowitzki a Canadá no ha ayudado realmente a ninguno de los involucrados en la forma en la que esperaban.

  1. Ian Kennedy (menos-5.0 triunfos)

Pagos futuros: $16 millones en 2018, $16.5 millones en 2019 y 2020.

El hecho que Kennedy decidiera no rescindir su contrato tras una campaña con registro de 5-13 y efectividad de 5.38 fue una de las menos sorprendentes de este tipo. Kennedy parece tener un inicio sólido en 2018, con efectividad de 2.35 y FIP de 3.84 en sus primeras cuatro aperturas; aunque esto no es suficiente para inclinar la balanza al otro lado, considerando su FIP de 5.08 en sus dos temporadas con los Reales.

  1. Homer Bailey (menos-5.1 triunfos)

Pagos futuros: $21 millones en 2018, $23 millones en 2019, opción mutua por $25 millones para 2020 (rescisión para el club por $5 millones).

La aparición de Bailey en este ranking sigue cayendo un poco más cada año, no tanto porque haya mostrado síntomas significativos de mejoría, sino porque ese contrato está expirando lentamente. Al igual que Kennedy, al menos Bailey ha comenzado la temporada con fuerza, con tres aperturas de calidad en cuatro apariciones, pero eso no es suficiente como para cambiar de forma sustancial las previsiones futuras con respecto a mantenerlo dentro del roster.

  1. Pablo Sandoval (menos-5.5 triunfos)

Pagos futuros: $18 millones en 2018 y 2019, rescisión por $5 millones dentro de una opción ejercible por el club de $17 millones para 2020.

Resumen diario de noticias

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Se hace cada vez más confuso e incomprensible el por qué Sandoval sigue formando parte del roster de un equipo que intenta ganar, si ya no está contribuyendo en nada, bien sea al plato o en el terreno. Hace mucho tiempo que pasamos el punto en el cual se podía pensar que solo le faltaba una pérdida de peso para ser un grandes-ligas viable. Pienso que estaría a nivel de jugador de reemplazo si llegara a los entrenamientos primaverales en la mejor forma física de la vida de Bo Jackson. Los Gigantes, al menos, pueden consolarse con el hecho que los Medias Rojas son los que están pagando todo el dinero que se le debe, más allá del sueldo mínimo del pelotero de Grandes Ligas.

  1. David Wright (menos-6.1 triunfos)

Pagos futuros: $20 millones en 2018 (parcialmente deferido), $15 millones en 2019 y $12 millones en 2020.

Wright sigue siendo, en teoría, pelotero de Grandes Ligas; por ende, se encuentra en la presente lista. Considerando la póliza de seguros con la cual cuentan los Mets, esta es, en mayor parte, una pérdida financiera para la compañía de seguros, siempre y cuando no intenten que Wright regrese al terreno de juego. Todo apunta a que Wright sigue firme en su convicción de intentar regresar como jugador activo en algún momento. Sin embargo, los pronósticos no son halagadores para él.

  1. Robinson Canó (menos-6.2 triunfos)

Pagos futuros: $24 millones al año, entre 2018 y 2023.

Al contrario de muchos jugadores en la lista, Canó sigue siendo pelotero de alto nivel y probablemente aportará valor en WAR entre 3 y 4 para los Marineros de Seattle en 2018 (y con un arranque de temporada excelente). El problema inherente a su contrato es todo el tiempo de vigencia que aún le queda, con cinco temporadas luego de la actual. Los Marineros no deberán estar muy molestos con esta circunstancia, considerando que habrán recibido por parte de Canó muchos años de desempeño solvente, tal y como razonablemente habrían esperado. Sin embargo, los últimos años siguen siendo poco impresionantes, evaluados desde el punto de vista del valor que aporta al equipo. Firmar a un pelotero de 30 años por una década completa implica un peligro, sin importar quién sea dicho jugador.

  1. Shin-Soo Choo (menos-6.3 triunfos)

Pagos futuros: $20 millones en 2018, $21 millones en 2019 y 2020

Choo logró mantenerse sano en 2017. Sin embargo, una línea ofensiva de .261/.357/.432 con un OPS+ de 103 no es remotamente solvente para un jardinero de las esquinas o bateador designado con desempeño mediocre. Actualmente Choo es primordialmente bateador designado, y sus proyecciones mejoran al punto de colocarlo en el noveno lugar de esta lista en vez del sexto, lo cual es… algo bueno, creo.

  1. Jacoby Ellsbury (menos-6.4 triunfos)

Pagos futuros: $21.1 millones en 2018, 2019 y 2020, rescisión por $5 millones dentro de una opción ejercible por el club por $21 millones en 2021.

Si alguien dentro del mundo del béisbol no creía que el remanente del contrato de Ellsbury representaría un negativo neto, quizás lo tendría dentro de su equipo en estos momentos. O al menos, dentro de la lista de incapacitados de ese equipo: la fascitis plantar de Ellsbury ha evitado su regreso a los Yankees. Sin embargo, cuando llegue ese día, volverá con un tiempo de juego incierto, dependiendo en gran medida de las lesiones de otros.

  1. Eric Hosmer (menos-6.9 triunfos)

Pagos futuros: $20 millones por año entre 2018 y 2022, $13 millones anualmente entre 2023 y 2025.

Uno de los errores más desconcertantes hecho por algunos analistas fue considerar que el contrato por ocho años de Hosmer no era un problema para su franquicia porque podría terminar siendo por cinco años. De hecho, sigue siendo peor gracias a la rescisión ejercible por el jugador luego de 2022. En esencia, cuando se trata de un contrato por cinco años, los Padres tendrían mejor suerte si fuera de ocho años, y si termina siendo por ocho, los Padres usualmente desean que sólo hubiesen durado cinco. Asumir estos riesgos hace que el presente contrato tenga el mismo valor de superávit que el de un contrato por ocho años y $166 millones, atando así a los Padres a la situación que los lleve al peor de los mundos. Si bien Hosmer tiene valor como pelotero, se han comprometido a pagar demasiado dinero por demasiado tiempo a un pelotero que nunca ha tenido dos buenas temporadas de forma consecutiva.

  1. Jordan Zimmermann (menos-7.0 triunfos)

Pagos futuros: $24 millones en 2018, $25 millones en 2019 y 2020.

Es posible que ya hayan notado una escasez de pitchers en esta lista y Zimmermann es el último de los tres lanzadores presentes. La hipótesis que tengo para justificar esta ocurrencia es que el riesgo significativo y obvio que conlleva contratar a un pitcher ha causado temor entre los gerentes generales de los equipos de forma mucho más profunda e impactante, comparado con la idea de tener bateadores veteranos con pobre desempeño. Sin embargo, esto parece haber comenzado a cambiar en la recién concluida temporada baja, entendiendo la forma en la cual los equipos evitaron contratar peloteros de la talla de Mike Moustakas, Todd Frazier y, en cierta medida, incluso J.D. Martínez.

En el caso de Zimmermann, está ponchando a los bateadores de forma consistente en 2018 nuevamente, tras haber caído a promedios inferiores a 6.0 ponches por cada 9 entradas en sus primeros dos años en Detroit. Sin embargo, argumentar: «¡Miren, esa efectividad de 7.71 es un poco mayor de lo que debería ser!» es difícil de sostener luego que se ha convertido, nuevamente, en un segundo abridor que los Tigres podrían negociar fácilmente por un prospecto. Aunque lo van a intentar.

  1. Jason Heyward (menos-7.5 triunfos)

Pagos futuros: $21.5 millones en 2018, $20 millones en 2019, $21 millones en 2020 y 2021, $22 millones en 2022 y 2023.

Creo que debemos aceptar a este punto que el rebote ofensivo de Hawyard, simplemente, no se va a producir, al menos hasta el punto de que haga ver a su contrato como de buen valor por lo que reste del mismo. Hayward tiene OPS de .673 y OPS+ de 77 con los Cachorros y, si bien es un jugador defensivo con legítimas credenciales de élite en el jardín derecho, hay un límite al valor que se puede exprimir de cualquier outfielder de las esquinas que batea de forma similar a la de un campocorto por debajo del promedio. Probablemente, Hayward continuará teniendo años con WAR entre 1 y 2 mientras siga siendo un defensor de alto nivel. No obstante, eso no es suficiente, considerando el tiempo que le queda a su contrato.

  1. Ian Desmond (menos-7.9 triunfos)

Pagos futuros: $22 millones en 2018, $15 millones en 2019 y 2020, $8 millones en 2021, rescisión por $2 millones dentro de una opción ejercible por el club por $15 millones para 2022.

El primer strike para el contrato de Desmond fue que los Rockies lo firmaron para jugar en la primera base, posición en la cual ha tenido problemas para ser eficiente a alto nivel en la mayor parte de sus buenas temporadas. El segundo strike fue un 2017 miserable y plagado por las lesiones, en el cual bateó para .274/.326/.375 y terminó ostentando cerca de un triunfo por debajo del nivel de reemplazo. Su arranque mediocre del 2018, en el cual tiene problemas para sumar OPS por encima de .500, comienza a verse como el tercer strike.

  1. Chris Davis (menos-11.9 triunfos)

Pagos futuros: $23 millones anuales entre 2018 y 2022.

Luego de haber bateado 47 jonrones en 2015, los Orioles retuvieron los servicios de Davis con un pacto por siete años y $161 millones. Hasta ahora, Davis ha aportado una temporada por encima del promedio, una a nivel de jugador de reemplazo y un complicado inicio de la temporada 2018. La respuesta de Davis a las dificultades que ha confrontado ha sido convertirse en un pelotero más pasivo de lo que siempre ha sido y la mejor cifra de su carrera a la hora de hacer swing a pitcheos fuera de la zona de strike (26.7 por ciento) se iguala con el peor registro de su carrera haciendo swing a pitcheos dentro de la zona de strike (58.3 por ciento, comparado con el 72.2 por ciento que ostentó en 2015). Incluso con la deferencia de parte del dinero que se le debe con una baja tasa de interés, esto parece convertirse en un desastre sin posibilidades de mejoría para los Orioles.

  1. Albert Pujols (menos-14.8 triunfos)

Pagos futuros: $27 millones en 2018, $28 millones en 2019, $29 millones en 2020 y $30 millones en 2021, más los $3 millones que recibirá durante la próxima semana o en un periodo cercano por haber alcanzado 3.000 hits de por vida.

 

Pujols cae al segundo puesto en esta lista el presente año. Eso se debe al hecho que sólo un pelotero ha tenido un peor año que él a la hora de determinar sus proyecciones futuras. La métrica ZiPS proyecta que Pujols permanecerá al nivel de jugador de reemplazo durante el resto de su carrera y el mejor escenario posible (distinto a quedar al nivel bajo de Pujols) es que Albert conecte su hit número 3.000 y acuerde con los Angelinos una oferta para que termine retirándose antes de que el Pujols que vimos entre 2001 y 2010 termine desvaneciéndose por completo de nuestros recuerdos.

  1. Miguel Cabrera (menos-15.0 triunfos)

Pagos futuros: $30 millones anualmente entre 2018 y 2021, $32 millones en 2022 y 2023, rescisión por $8 millones dentro de una opción ejercible por el club por $30 millones para 2024; más una opción ejercible por el club por $30 millones para 2025.

Este contrato nunca iba a tener un final feliz, porque fue firmado por muchos años, mucho tiempo antes que expirase su contrato previo. La pregunta es: ¿Cuántas temporadas a nivel de súper estrella tendrá Cabrera antes que la gravedad finalmente se imponga a él? Si llega a tener una amable curva de envejecimiento, similar a la disfrutada por David Ortiz, quizás no termine demasiado mal. Aunque, por el contrario, las lesiones diezmaron a Cabrera durante el segundo año de su nuevo contrato y si aún existen posibilidades de que logre remontar, los promedios de recuperación para súper estrellas que colapsan cercanos a los 35 años no es algo prometedor.

¿Se le habría extendido a Cabrera un contrato por 6 años y $192 millones el invierno pasado? No estoy seguro de que habría recibido una oferta siquiera por la mitad de esas cifras en la pasada temporada baja. Al momento en el cual se concretó el pacto con Cabrera, pensé que a los Tigres les hubiese ido mucho mejor si se conformaran con que su contrato anterior por 8 temporadas y $152.3 millones terminó siendo tan satisfactorio para ambas partes y dejarlo jugar en 2014 y 2015 con Detroit para luego probar las aguas del mercado. No creo que algo, hasta ahora, haya demostrado que me equivoqué en mi percepción.

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