Santo Domingo 23 / 31 Soleado
ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
24 de abril 2024
logo
OpiniónJosé M SantanaJosé M Santana

Los asesinatos en masa en EE.UU.

COMPARTIR:

Es evidente que la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, está totalmente descontextualizada. En realidad la Enmienda no es un eterno permiso en absoluto, para que las personas puedan poseer y portar armas de fuego, pero en Estados Unidos y muchas otras partes del mundo las leyes nunca se toman literalmente, más aún, el que sea legal, no implica necesariamente que sea justo.

En el caso de la Segunda Enmienda, las leyes le permiten al Gobierno norteamericano, hacer prácticamente, lo que les dé la gana. En realidad, la Segunda Enmienda, establecida 15 años después de la Independencia de los Estados Unidos, para proteger el derecho del pueblo a poseer y portar armas, se hizo en un contexto de mucha inestabilidad territorial, política y económica, muy específica del 1791, pero esas características no son -en ningún sentido y desde ningún punto de vista racional- las que se viven 227 años después de que la Enmienda fuera promulgada. Las armas son distintas, la nación es distinta, la sociedad es totalmente distinta.

En 1791 la lucha por los territorios, la ausencia de institucionalidad y leyes, les otorgaba a los ciudadanos el derecho a defenderse por sí mismos. Eso es totalmente distinto a lo que sucede hoy, donde los elementos se han invertido.

En la sociedad norteamericana, existe un sentimiento generalizado de que las personas están siendo “atacadas,” pero el origen del ataque no es el mismo que existía en 1791 y es difícil identificarlo como un enemigo palpable.

Es cierto, el norteamericano promedio se siente “atacado” pero, actualmente el origen de ese ataque es la presión social a la que están sometidos los ciudadanos promedios, matizada por políticas gubernamentales que cada vez más van en contra de las mayorías. ¿Cómo no se puede sentir atacada una sociedad donde el 10% de su población concentra más del 76% de la riqueza y donde la movilidad social se ha reducido al mínimo? Obviamente ya no hay un colonizador externo en el cual concentrar ese ataque y no es fácil visualizar el origen, de manera que los individuos -armados- explotan contra cualquier punto de vulnerabilidad social que a ellos les parezca. ¿Qué puede ser más vulnerable que una escuela de niños, o un concierto público?

Después de muchos años de intensa presión social, de saturación publicitaria, de consumismo irracional, de rigidez en la movilidad social, de deterioro de valores como el de la solidaridad, (en gran medida producto de la acción de los sectores corporativos), el ciudadano común siente que la sociedad es una especie de enemigo y debe defenderse de ella. En este caso y con mayor vehemencia hablamos de una sociedad saturada por un gobierno autoritario, hostil y prepotente, al que no le importa nada más que el derecho de las Corporaciones. De ahí que, aquellos que defienden el derecho a poseer armas y minimizar los controles en la adquisición de las mismas, son por un lado, sectores corporativos representados por el “National Rifle Association – NRA” y una gran cantidad de la población que vive embriagada del miedo. Miedo entre sectores sociales, miedo a una sociedad perversa que los va anulando como individuos.

Aunque nos horrorizamos por el acto monstruoso del asesino en masa de todos esos jóvenes y nos duele el sufrimiento de todas esas familias, no podemos dejar de ver el hecho de que como nación, Estados Unidos está involucrado en múltiples conflictos bélicos. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? La sociedad norteamericana ha estado -siempre- fundamentada en la violencia justificada. El origen mismo de los Estados Unidos como nación, surge de la violencia de los conquistadores, el colonialismo, la revolución de independencia y la Guerra Civil Americana.

En todos esos momentos históricos se cometieron crímenes contra la humanidad. Desde el holocausto contra los pueblos indígenas bajo el «Destino Manifiesto», seguido por la barbarie de los esclavos africanos que -gracias a ellos- los Estados Unidos pudieron convertirse en la nación poderosa que es hoy. ¿A qué costo? En los años posteriores, Estados Unidos se lanzó como nación imperialista a conquistar el mundo, Puerto Rico, Cuba, Filipinas y a intervenir naciones directa o indirectamente, militarmente o de forma solapada.

Estados Unidos como nación, en todos los momentos de su vida histórica, ha estado en guerra con alguien o contra algo, llámese, guerra intervencionista o guerra contra las drogas o guerra contra el terrorismo. Por lo tanto la sociedad norteamericana, fue creada y ha sido sostenida en el fundamento de la violencia justificada.

La sociedad norteamericana produce en su naturaleza social como nación, una cultura totalitaria, reflejada en la figura ideológica del “Excepcionalismo Americano,” una voracidad violenta para tener el control absoluto de la vida de cada individuo -típico de la novela de George Orwell “1984”- adormecido cotidianamente por el consumismo, castigado con la desigualdad social y todo esto sobre la base de la violencia justificada.

* Jsantana0225@gmail.com

 

Comenta

[wordads]