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25 de abril 2024
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Lombrices para los Municipios

Las basuras procedentes de zonas urbanas, tienen de un 40% a 60% de componentes orgánicos. En aquellas ciudades donde desde los hogares, se clasifican las basuras en: metálicos, vidrio, plásticos y orgánicos, se facilita el trabajo de las lombrices. En el caso nuestro, que en ninguna ciudad o pueblo se clasifican las basuras, las lombrices […]

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Las basuras procedentes de zonas urbanas, tienen de un 40% a 60% de componentes orgánicos. En aquellas ciudades donde desde los hogares, se clasifican las basuras en: metálicos, vidrio, plásticos y orgánicos, se facilita el trabajo de las lombrices. En el caso nuestro, que en ninguna ciudad o pueblo se clasifican las basuras, las lombrices se encargan de consumir todo lo que sea orgánico, dejando en la superficie aquellos desperdicios que no utilizan en su alimentación. En este caso se aconseja colocar una malla metálica y encima se van colocando las basuras sin estar clasificadas.

Cuando las lombrices consumen todo el componente orgánico, se levanta la malla metálica y se sacan fuera, todas las basuras inorgánicas. La lombriz Eisenia foetica (roja californiana, o hibrida californiana), es la especie que más se utiliza en los proyectos comerciales de producción de humus o de harina de lombriz. Otras especies que se crian en menor proporción son: la Eudrillus eugenie (africana) y la Lombricus rubellus (lombriz chillona). En total existen unas 8,000 especies de lombrices, de las cuales se han investigados unas 3,500 especies y domesticado unas 3 o 4 especies.

El Ing. Enzo Bollo de nacionalidad chilena, es la persona que más ha investigado sobre la explotación comercial de las lombrices. Ha brindado asesoría a casi todos los países de América Latina y en el caso de Ecuador, donde residió por más de 20 años, asesoró a cientos de lombricultores, hasta lograr una alta eficiencia en el manejo de esta crianza. En el Ecuador adquirió una gran experiencia en el manejo de basuras de 4 ayuntamientos, logrando convertir los gastos en recogida de basuras, en ganancias para los respectivos ayuntamientos de esos pueblos. En el país (Rep. Dominicana) ofreció una conferencia magistral en el año 1992, con la presencia de 250 invitados, donde expuso toda la tecnología que se debía desarrollar para lograr una eficiente productividad, en los dos sub-productos de las lombrices: el humus y la harina de lombriz.

El mejor abono para la agricultura es el humus de lombriz. Lamentablemente no todo el humus que producen los lombricultores del país es de buena calidad, hay mucho fraude en éste aspecto, como lo hay en todos los negocios. Para que se produzca el humus, no se debe cosechar antes de los 12 meses, cuando esto ocurre no estamos cosechando un abono completo. Los desperdicios orgánicos al ser ingeridos por las lombrices, se transforman y se convierten en sustancias asimilables por las raíces de las plantas. ¿Qué ocurre cuando el estiércol de lombriz se cosecha a los 3-4 meses? Simplemente, todavía le falta el reciclaje que las propias lombrices le aplican a ese estiércol generado por ellas y otras cualidades que adquiere, a través del tiempo. Las lombrices al nacer y hasta que adquieran cierta edad, se alimentan ingiriendo el estiércol depositado por las lombrices adultas. Ese estiércol reciclado recibe en el intestino de las lombrices, transformaciones que al cabo de un tiempo al ser aplicado en el terreno, de inmediato es asimilado por el sistema radicular de las plantas.

El país (Rep. Dom.) es conocido a nivel internacional, como líder en la producción de varios alimentos orgánicos. La demanda de abonos orgánicos por los productores, cada día va en aumento. Cuando los agricultores apliquen el abono de lombriz producido correctamente y en el tiempo que se requiere para que se transforme en humus, van a demandar éste abono al precio que pongan los lombricultores. El alimento que demandan las lombrices, está en abundancia en todas partes del país y del mundo. Solamente en la ciudad de Santo Domingo se producen diariamente 2,227 toneladas de basuras. En la ciudad de Santiago se producen 1,200 toneladas diarias y las demás ciudades y pueblos producen de 500 a 1,000 toneladas de basuras diariamente. Las basuras urbanas como indicamos al principio, tienen un componente orgánico de 40% a 60%, el cual podría ser aprovechado en preparar compost ó en el mejor de los casos para alimentar a las lombrices.

Tanto para el compost como para utilizarse en la alimentación de las lombrices, lo mejor sería que las basuras tuvieran separadas la parte orgánica, de los plásticos, metales, vidrios, etc. En el caso de las lombrices se pueden aplicar mezcladas, después del proceso de fermentación que deben ser sometidas, para hacer las basuras palatables para las lombrices. Se deben colocar mallas metálicas en el fondo del lecho, como ya hemos indicado y luego que las lombrices hayan consumido todo lo orgánico de las basuras, simplemente se levanta la malla y saldrán todas las partes inorgánicas (metales ó latas, plásticos, vidrios, etc.).

La lombricultura que propugnamos y la que comercialmente han desarrollado los chilenos y ecuatorianos, orientados por el científico Enzo Bollo es aquella que se realiza a campo abierto. Consiste en preparar camellones de un metro de ancho por 20 metros de largo, rodeado de una hilera de block, ladrillo o tabla de palma, de 30 cms. de altura. Se ubican en el fondo unas 100 mil lombrices y se colocan encima las basuras previamente fermentadas y acondicionadas. Las lombrices (Eisenia foética, conocida como ¨roja californiana¨) al terminar los 12 meses se convierten en 7-8 millones de lombrices y han generado una producción de 130 a 150 quintales de humus de superior calidad.

La lombricultura en el país ha tenido un buen desarrollo, pero no ha ido a la par con las técnicas que se deben aplicar para lograr un buen producto y que sea comercial. Todas las basuras orgánicas se pueden utilizar en la alimentación de las lombrices, lo que hay que saber es, como prepararlas para que estos animales puedan aprovecharla en su alimentación. Podría pensarse que el mesocarpio del coco es un alimento imposible para las lombrices, sin embargo con cierta preparación sobre todo de tiempo y humedad, ese alimento es devorado rápidamente por las lombrices, dejando solamente la jícara, la cual por su gran dureza es difícil para las lombrices comerlas. Hemos observado en toda la zona del litoral norte, principalmente en las costas de Sánchez, Samaná, Nagua, etc., aglomeraciones de los desperdicios del coco, que forman montones ó montañas de estas basuras las cuales han tenido muy poca utilización. Últimamente se han estado usando una pequeña parte de esas inmensas basuras orgánicas, en la elaboración del “Natur-gross”, el cual se ha convertido en el substrato ideal utilizado en: viveros, laboratorios de micro-propagación, invernaderos, etc., sustituyendo a materiales importados, los cuales han resultado de inferior calidad frente al producto nativo.

Las lombrices no poseen dentadura, por lo tanto para poder alimentarse prefieren alimentos suaves de fácil descomposición, que puedan penetrar a su aparato digestivo por absorción. Para lograr esto se deben preparar alrededor de los lechos, espacios denominados “camas” con la finalidad de preparar el alimento (basuras), que viene de diferentes lugares y hacerlos aptos para la alimentación de las lombrices. Esas camas tendrán 3m de ancho por 6 m de largo, si se dispone de buen espacio se podría ampliar a 3 m de ancho por 20 m de largo. La altura va ha depender del tipo de basuras que se esté trabajando, para estiércoles la altura no debe pasar de 0.70 m.

Lo importante en la preparación del alimento que se le impartirá a las lombrices, es mantener una buena humedad y una temperatura adecuada. El proceso es dominado por micro-organismos aeróbicos, los cuales logran con mayor rapidez descomponer el alimento y hacerlo más palatable al gusto de las lombrices. Se debe voltear todo el material orgánico, por lo menos dos veces durante el proceso, con la finalidad de airearlo, bajar la temperatura y favorecer la descomposición rápida. El siguiente paso es hacer la prueba de calidad, es decir determinar si el alimento está al gusto de las lombrices.

Para realizar la prueba se construye una caja de madera que tenga las medidas de 40 cms. de ancho, 40 cms. de largo por 20 cms. de profundidad. Se escogen muestras del alimento de diferentes partes de la cama y se colocan en la caja y al mismo tiempo se coloca una decena de lombrices cliteladas. Al siguiente día se hace la observación, si las lombrices permanecen en la caja es señal que el alimento está en buenas condiciones y se puede utilizar en el criadero. En caso de que las lombrices hayan emigrado a otro lugar, es una señal clara de que no le gustó el alimento y debemos terminar de prepararlo.

Al principio podría resultar un poco difícil, pero luego de varias prácticas se convierte en algo tan sencillo, que a cierta distancia podríamos determinar cuando el alimento está en condiciones de ser aceptado por las lombrices. Lo importante es saber que con esa simple actividad de aplicar agua, mantener una determinada temperatura, lo cual se logra con la misma aplicación del agua y con la volteadura del material vegetal, podemos preparar cualquier tipo de alimento para alimentar a las lombrices.

Desde las basuras de las ciudades y pueblos, los estiércoles de animales, los desperdicios de la agropecuaria y todo tipo de basuras orgánicas, podemos utilizarlas en la alimentación de las lombrices y obtener dos productos de gran importancia para la agricultura y pecuaria nacional, como es el “humus de lombriz” y la harina de lombriz. El “humus de lombriz” el cual es un abono rico en N, P, y K, así como también rico en elementos secundarios y micro-nutrientes y sobre todo rico en micro-organismos favorables a la fertilidad del terreno. Se ha calculado que un gramo de “humus” tiene más de 40,000 millones de micro-organismos favorables a la agricultura.

El otro aspecto interesantísimo de la cría de lombrices es el sub-producto de la propia lombriz, es decir la harina de lombriz. El contenido de proteína de la carne de la lombriz varía desde 60% hasta más de 80%, promediando 72% de proteína. Esto quiere significar que con una gran producción de harina de lombriz, podríamos elaborar los alimentos que se aplican a los cerdos, a las gallinas y a los pollos. En vez de utilizar la torta de soya que importamos del exterior y que tiene alrededor de 40% de proteína, podríamos utilizar la harina de lombriz con un 72 % de proteína y sin tener que pagar en dólares.

El Ing. Enzo Bollo, considerado como uno de los científicos pioneros de la explotación comercial y a la vez de los que más ha investigado las lombrices a nivel mundial. Ha estado realizando últimamente investigaciones, sobre el uso de la harina de lombriz en la alimentación animal, primero en el Ecuador donde residió por más de 20 años y ahora en Chile su país natal. Sugiere el Ing. Bollo, que para la obtención de harina, las lombrices deben alimentarse con estiércoles con lo cual se logra elevar su peso, superando más de un gramo como peso promedio de cada lombriz.

Una de las investigaciones de gran trascendencia que ha realizado el Ing. Bollo, es la obtención de un producto que sirve para eliminar a la “Planaria¨, la cual es el principal enemigo de las lombrices y al mismo tiempo sin que afecte en lo más mínimo a la salud y la vida de lombrices.

Por Juan Castellanos

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