Son más de un millón y medio los contagiados y más de 100,000 los que han perdido la vida en lo que se conoce como la pandemia de mayor cobertura que haya pasado por la tierra.
Los primeros efectos en el ámbito político ya se dejan sentir mediante la posposición de múltiples procesos electorales en diferentes países del mundo.
Faltan por verse los efectos que tendrá este terrible virus en esos procesos electorales que se tendrán que realizar en muchos países cuando las condiciones sanitarias lo permitan.
El pueblo juzgará el desempeño de sus gobernantes y de sus políticos durante la crisis sanitaria, y en función de eso vendrá el castigo o el reconocimiento en forma de derrotas o de triunfos electorales para ellos.
Luego de que eso pase entonces podremos hacer una valoración crítica sobre las estrategias adoptadas por los partidos y sus líderes, así como por los gobernantes y sus gobiernos.
En la parte económica habrá mucho que hacer ya que las recaudaciones se les han caído a los gobiernos mientras que los gastos de emergencia se han disparado y por ende el déficit fiscal y el endeudamiento externo se incrementarán significativamente.
Para los que ganen los procesos electorales venideros y asuman el poder lo que les espera es una papa bien caliente que no muchos estarán en condición de digerir.
Entonces es posible que lo peor de las consecuencias políticas y económicas del Covid-19 les caerán encima a los que ganen los procesos electorales que se celebrarán en varios países inmediatamente después ceda la pandemia.
Ahí se podría demostrar que una cosa es hacer campaña electoral y ganar unas elecciones, y otra muy diferente es gobernar un país en crisis y sacarlo adelante.
En todo caso el pueblo será el que decidirá su futuro inmediato haciendo la elección que entienda que es la correcta para las circunstancias actuales.
Ojalá que esta pandemia, además de todos los muertos que ha provocado, no sirva para que lleguen al poder políticos populistas e irresponsables de esos que desde la oposición lo arreglan todo pero que cuando llegan al gobierno lo dañan todo.
Por José Pérez Méndez