La Ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos solo otorgan un 10% de participación a la juventud. Esta escasa participación promueve el continuismo por parte de nuestros funcionarios y ex funcionarios. Estos se olvidan que tenemos jóvenes brillantes capaces de aportar ideas y resolver conflictos.
Es cierto que tenemos un arcoíris de jóvenes, entre ellos a quienes se les hace difícil avanzar por la falta de oportunidades. Pero también tenemos jóvenes preparados esperando ser tomados en cuenta para que se les ofrezca alguna participación directa en la política.
Esta falta de participación genera rechazo y desencanto en los jóvenes, pues solo son utilizados en discursos para hacer y promover campañas.
Muchos consideran que las cuotas han sido un gran avance para la democracia, pero condicionar por cuotas a la población no es ni igualdad, ni avance, ni mucho menos democracia.
Clasificar por grupos a la población es limitarla para que solo se beneficien aquellos que se han beneficiado siempre del anacrónico sistema de partidos imperante en la Republica Dominicana, en donde el nepotismo condiciona y las escasas cuotas asignadas a la juventud en la ley se quedaran en manos de los hijos de (…).
Por consiguiente no quisiera contrariar, pero me atrevo a decir que usar cuotas es hasta discriminatorio, pues existe el Derecho a la Igualdad consagrado en la Constitución (Constitución que podemos interpretar que se contradice en cierto modo) que claramente expresa: “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las instituciones, autoridades y demás personas y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de género, color, EDAD, discapacidad, vínculos familiares, lengua, religión, opinión política o filosófica, condición social o personal…”. Esta misma establece ciertos límites en EDAD a los jóvenes para aspirar a una función pública que además es por elección popular, es decir que también se limita el poder del soberano (el pueblo) de elegir y ser elegido, esto ocurre también con las mujeres cuyo caso analizaremos en otro escrito.
La Carta Magna es clara en expresar que todos somos iguales ante la ley. Entonces ¿porqué no dividimos ese 100% entre tres, y otorgamos a la mujer, al hombre y a la juventud el 33.33% que a cada clase le debe corresponder? ¿Pensaran los diputados y senadores que la juventud no sabe de política? ¿Que las universidades no están preparando bien a sus estudiantes? o que ¿la edad es un es una condición determinante para ser político?
Ahí vemos que nuestro sistema de partidos políticos no les interesa ni confían en la juventud, ni muchos menos trabajan para que esta prospere.
Me sorprende que un grupo de jóvenes representando algunos partidos, hayan salido a celebrar este tipo de atrocidad. Ya que considerar que un 10% para la juventud es suficiente, es como decir que no tenemos jóvenes preparados para enfrentar la realidad.
Necesitamos que nuestros políticos se interesen más por sus jóvenes, creando oportunidades para que estos puedan postularse a candidaturas municipales o congresuales y hasta presidenciales. Seguiré promoviendo a que nuestros legisladores respeten nuestra constitución y los tratados, y mucho más aún, que promueven la igualdad y participación de los ciudadanos que gozan con derechos adquiridos.
POR ABRAHAN DE LA CRUZ ZAPATA