EL NUEVO DIARIO, RIGA, LETONIA. – Más de 1,5 millones de letones están llamados a votar el sábado en las elecciones parlamentarias en las que el Partido de la Nueva Unidad (JV) del primer ministro, Krisjanis Karins, parte como favorito.
Las encuestas apuntan a que JV obtendrá más del 20 por ciento de los votos, por lo que sería probable el encargo de formar el próximo gobierno de coalición en medio de un parlamento altamente fragmentado.
Los letones votarán en medio del impacto de la agresión rusa a Ucrania que ha revivido en el países la desconfianza hacia Rusia.
Es probable que Karins tenga que buscar otros socios y no pueda reeditar la coalición actual de cuatro partidos del centrista liberal JV, la Alianza Nacional (NA) de tendencia derechista, la alianza liberal Por el Desarrollo (APar) y los Conservadores (K).
Este último partido, liderado por la ministra de Justicia Janis Bordans, podría quedarse incluso por debajo del umbral del 5 por ciento necesario para acceder al parlamento tras haber perdido apoyos en sus votantes tradicionales después de apoyar el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
También APar ronda el 5,0 por ciento y corre peligro de quedarse fuera del parlamento. El líder de APar es el actual ministro de Defensa, Atis Pabriks responsable de las entregas de armas de Letonia a Ucrania y de un plan de servicio nacional obligatorio que se debate actualmente en el parlamento.
El socialdemócrata Progressivie (Pro) podría ser un socio potencial en una coalición de tendencia más izquierdista después de ganar en unas elecciones extraordinarias para el Ayuntamiento de Riga.
En las redes sociales ha habido acusaciones contra Pro de ser favorables a los rusos en el marco de uno de los temas que ha marcado la campaña que ha sido la guerra de Ucrania.
Sin embargo, muchos analistas consideran esa agrupación como un partido socialdemócrata de corte escandinavo.
En una de las últimas encuestas aparece en el segundo lugar la Alianza de Verdes y Granjeros (ZZS) con el exalcalde de Ventspils, Aivars Lembergs, a la cabeza, un hombre condenado a cinco años de cárcel por corrupción y actualmente libre por razones de salud.
Algunas encuestas apuntan la posibilidad de un Parlamento con hasta nueve partidos que superen el umbral del 5 por ciento, el mínimo para obtener escaños, y también una participación baja que podría incluso estar por debajo del mínimo histórico del 54,5 por ciento registrado en 2018.
Al menos dos fuerzas políticas completamente nuevas, la Lista Unida (AS) y el populista Primero Letonia (LPV), apuntan a superar el umbral del 5 por ciento.
AS es el resultado de una alianza entre el Partido Verde letón que se separó del ZZS, la Alianza Regional y un partido municipal de la localidad costera de Liepaja.
LPV es liderado por el presunto oligarca Ainars Slesers que ha liderado varios partidos fallidos durante el últimos 15 años y ha sido ministro en gobiernos anteriores.
Ese partido abogó fuertemente por la amistad y el comercio con Rusia antes de la invasión de Ucrania y explotó las reuniones populistas contra las vacunas el año pasado para dirigirse a los votantes.
La guerra en Ucrania ha sido un factor en la campaña ,lo mismo que su repercusión en la economía.
En las redes sociales ha habido ataques a políticos que no apoyaron de manera clara el derribo del llamado Monumento a la Victoria, una reliquia de la época en que Letonia fue parte de la Unión Soviética.
La fragmentación del parlamento lleva a pensar que el proceso de formar Gobierno no será fácil. Ya tras las elecciones pasadas, en 2018, se necesitaron tres meses para formar Gobierno.
Las urnas cerrarán a las 18:00 GMT del sábado, y los medios de comunicación publicarán inmediatamente las encuestas a pie de urna.
Los resultados finales se darán a conocer durante el día del domingo, mientras se cuentan los últimos votos de los ciudadanos letones que votan en Estados Unidos.
