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25 de abril 2024
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OpiniónFrancisco Rafael GuzmánFrancisco Rafael Guzmán

Leonel y Danilo Enfrentados Facilitan Triunfo del PRM

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Hoy día, tanto el ex-presidente Leonel Fernández como el actual presidente Danilo Medina, ambos siendo las personalidades más notables de su partido, no ocultan deseos de ser presidente de la República para el período 2020-2024. Lo cierto es que los dos no pueden ser electos para el cargo de presidente de la República en el mismo período de gobierno, ya que sólo se elige a un presidente no a más de uno para que ocupe la máxima magistratura del Estado. Ya ha aflorado la lucha interna con la  diatriba en el discurso al en el PLD, con el pugilato entre danilitas y leonelitas.

 

Hace muchos años una persona que conoce el autor le dijo a este que el PLD era algo así como una bazofia de partido, dicha persona había militado en dicho partido y fue candidato a diputado por dicha organización política. Dicho juicio fue hecho alrededor del año 1991 o finales de 1990, luego de las elecciones que aparentemente fueron fraudulentas para quitarle el triunfo a Bosch, quien se veía como el ganador. Más luego, la misma persona en 1994, ante la pregunta de quién ganaría las elecciones en las elecciones de 1994, me dijo que la burguesía estaba con Peña. A eso habría que suponer que la embajada Norteamericana en Santo Domingo o el Departamento de Estado de los Estados Unidos tendrían algún de simpatía hacia Peña, con un Balaguer agotado en el calendario de la vida y anacrónico en su concepción del Estado y posiblemente Bosch no sería de su simpatía.

 

Asumiendo que fuera una realidad que la clase social que vive de la extracción de la plusvalía, los dueños de las industrias que hoy tenemos, los dueños de las empresas de servicios, las tiendas comerciales, los bancos y los empresarios agropecuarios, apoyaran a Peña Gómez, la conclusión para hoy sería que la burguesía está con Luis Abinader o con cualquier candidato que lleve el PRM. Ante los desastres y desmanes que ha cometido el PLD, los empresarios confían o quieren confiar en un hombre que ha querido proyectar la imagen de que vive para la política, aunque tal vez quiera vivir de la política protegiendo sus empresas o su grupo corporativo empresarial. Un partido como el PRM, del cual  se puede llegar a la conclusión de que es un partido de empresarios,  le da menos dolor de cabeza a estos últimos, al no exhibir encono entre sus dirigentes como ha llegado a ocurrir en el PLD.

 

¿Los sectores populares o clases populares, los trabajadores asalariados, los desempleados, los chiriperos y los pequeños propietarios estarán mejor que en un gobierno de Luis Abinader? No necesariamente, por el contrario llegó a creer que la situación de estos sectores o clases sociales estará igual, pero no mejor. Pero a los poderosos el PRM y Luis Abinader le inspiran confianza, mientras el PLD no le inspira confianza.

 

Luis Abinader ha desarrollado ciertas habilidades, como su origen es árabe, estuvo en viaje por el Medio Oriente y posiblemente buscando apoyo  para su campaña. ¿Qué tipo de apoyo? No lo sabemos, pero debió ser en busca de algún tipo de apoyo. En cuanto a la reunión del señor Abinader con la actual máxima funcionaria de la embajada norteamericana en Club Libanés Sirio Palestino, no debió ser sino porque hay una confianza por parte del Departamento de Estado Norteamericano hacia Luis Abinader.

 

El PLD luce hoy día ser un partido totalmente indisciplinado, todo lo contrario a la prédica y aspiraciones de Bosch. De hecho, el PLD fue un partido disciplinado y lo fue por mucho tiempo, por lo menos mientras Bosch tenía lucidez y no se le veía ni asomo del alzheimer que debió padecer, incluso todavía para las elecciones de 1990 ni se percibía mucho el principio de dicha enfermedad, que ya lo tenía. Toda la disciplina no se había perdido en el PLD, por el contrario casi toda esa disciplina se conservaba, la cual hoy en día se nota ausente. Pero ya había asomo de la pérdida de esa disciplina, cuando el comité político de ese partido no asumía los reclamos de Bosch de que los peledeístas se lanzaran a las calles a reclamar el triunfo y contra el fraude que favorecía a Balaguer.

 

Tristes momentos le esperan al PLD, porque según parece Leonel y Danilo no se pueden poner de acuerdo para mantener la unidad de su partido y lo único que quiere cada uno de ello es ser presidente nuevamente el primero y seguir siendo presidente el segundo, no le importa a ninguno de los dos que esa organización se divida. Lo peor es que ninguno de los dos ha sabido ser el mejor de los gobernantes, el entreguismo y la privatización en sus gobiernos han estado a la orden del día y se han coronado el neoliberalismo y el capitalismo salvaje en los gobiernos de ambos. El endeudamiento exagerado, la inflación y la devaluación de la moneda no dejan espacio para el sosiego, sobre todo en los años en que Danilo gobierna. El PLD va camino a una sima de la cual no podrá salir.

 

Todo esto es el resultado de una apetencia de una movilidad social desmedida y desmesurada, vía la burocracia gubernamental, que se fue incubando en el PLD aproximadamente a partir de la coyuntural  electoral de 1990, cuando casi todo el mundo (hasta muchos reformistas) veían a dicho partido como el ganador. El autor recuerda que un cuadro medio del PLD, el cual posiblemente estuvo alejado de ese partido un tiempo, después de haber militado y haber sido fundador, tenía expectativa de que si el PLD ganaba tendría vigilantes que lo protegieran en su casa, expectativa que confesó en una conversación. Esas apetencias de una movilidad social en grande, vía el acceso al tren burocrático estatal, se notaba en muchos peledeistas para esa coyuntura.

 

Por  Francisco Rafael Guzmán F.

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