Ciertamente, el doctor Leonel Fernández retomó sus intenciones de aspiraciones presidenciales desde el mismo 16 de agosto de 2016, horas después de haberse proclamado como presidente al licenciado Danilo Medina Sánchez para el período constitucional 2016-2020.
Aunque su concentración en el proyecto para presidir el país posee aproximadamente un año en las etapas de exploración y posicionamiento, en las cuales ha venido fortaleciendo sus intenciones organizando sus fuerzas de apoyo y simpatías que estaban dispersas.
En honor a la verdad, las tareas que se ha impuesto el propio presidente Fernández conjuntamente con todos sus equipos de apoyo diseminados en cada una de las provincias y municipios del territorio nacional al igual que en el exterior, las han ejecutado sobrepasando las metas trazadas y los resultados favorables no se han hecho esperar.
Es que a Leonel sin decírselo, «se le impuso una tarea», la cual él también sabía que tenía qué hacer si realmente quería volver a ser presidente de todos los dominicanos.
La mencionada tarea consistía en que debía volver a verse cara a cara con los diferentes sectores, comenzando con los dirigentes de su partido para escucharlos y conocer de viva voz sus pareceres al respecto de sus inminentes aspiraciones presidenciales. En ese mismo orden, continuó su labor de contactos directos con los empresarios, comerciantes y otras personalidades.
También se tenía que visitar o llevar el mensaje a su pueblo casa por casa, por cientos y miles de personas leonelistas, con la información precisa de que si deseaban que Leonel retorne al Poder, y lo que apoyan esa idea, se le pide que firmen un formulario donde se registran sus principales datos personales.
El mencionado documento para ser significativo, debía y debe ser rubricado por la mayor cantidad posible de personas dominicanas en capacidad de ejercer el sufragio sin distinción de sexo, edad, banderías políticas o apolíticas, religiosas…, pero con una única condición, para pedir el retorno del doctor Fernández como presidente en el 2020.
En este escenario, si con Leonel se hubiese dado en esta oportunidad como es cultura en este país, que los aspirantes inician con números muy pírricos y después de un buen tiempo es que surgen las simpatías significativas, tal cual fue su propia situación en el 1996. Sólo contaba con el 13% que obtuvo su partido (el PLD), en el 1994, porque él inició prácticamente desde cero, comenzó solamente con el apoyo casi total de las bases moradas.
También, los casos de Hipólito Mejía para las elecciones del año 2000, arrancó desde muy abajo, con menos del 5% estaba su popularidad dos años antes (1998), y el presidente Danilo Medina en el 2012, su posicionamiento en el mejor de los casos, cuando comenzó desde antes del 2010, oscilaba entre el 14 y 16%.
No fue sino faltando cinco o seis meses que prendió el proyecto presidencial de Danilo, y se posicionó para ganar en el último trimestre de ese año electoral, el 2012.
Es cierto, Leonel al iniciar esta nueva travesía hacia la presidencia no tenía los números de apoyo electoral para impresionar, pero sí existía una base de simpatía que se movía entre el 25 y el 30% iniciando el 2018, es decir, dos años antes de las elecciones generales. Esos son porcentajes de popularidad muy buenos retomando un proyecto presidencial.
Además lleva a cuesta la impronta de tres buenas gestiones de gobierno, y a los que lo dudan, sus mejores datos es que siempre ganó en primera vuelta después de haber ganado el Poder (dos veces; en el 2004 y el 2008), y también dejó a su partido en el gobierno, en una contienda electoral donde él (Leonel) fue la clave del éxito para Danilo Medina frente a Hipólito Mejía (año 2012).
También al él salir del control del erario, su organización partidista tenía y mantiene el control absoluto del Congreso Nacional.
Pero lo llamativo del caso es que, cuando Leonel comienza a contactar a sus compañeros de partido y después su gente a visitar en comisiones casa por casa, el asunto ha llevado un ritmo tal de crecimiento, que le han llamado de diferentes maneras.
Se le dice; el resurgimiento del líder, la resiliencia de Leonel, el crecimiento constante y puntero en todas las encuestas, que volvió a sus orígenes de popularidad, y el más reciente de todos, que el posicionamiento de Leonel es verdaderamente impresionante.
Siendo lo llamativo en este caso de la popularidad de Leonel, que se ha logrado en un tiempo corto, después de éste haber sido sometido a las más feroces y maliciosas críticas, las cuales vinieron desde dentro y fuera de su partido por un tiempo bastante prolongado, desde que ganó el PLD y al entregar la silla presidencial se incrementaron las mismas hasta prácticamente iniciando el 2018. Aunque ahora la realidad le ha puesto un stop a estos despiadados ataques en contra del expresidente, el doctor Fernández.
Por eso mismo es que si Leonel no pasa con notas sobresalientes la prueba en la tarea de buscar las firmas de apoyo del pueblo para sus aspiraciones presidenciales, y también, si se hubiese quedado o estado en un 30 ó 35% en las mediciones de las simpatías electorales, usted puede estar seguro que ni en su partido lo dejarían pasar como candidato sus inexplicables y favorecidos radicales, pero, ¿y ahora?
Aquí existe una situación bastante especial y favorable para Leonel, repetimos, es que el posicionamiento electoral cimero, con valores de hasta más del 50% de este hombre, se han alcanzado en un tiempo récord en la política nacional, y eso que los motores de las maquinarias leonelistas y peledeístas están todavía en calentamientos y sin compactar.
Por eso es que definitivamente, al, el expresidente obligársele sin decírselo y él también verse forzado a presentarse a su pueblo, el mismo que siempre lo ha ponderado positivamente, cuando hace y también le hacen esta tarea, los resultados están a pedir de boca; indicando que vuelve a ganar en primera vuelta las elecciones nacionales del año 2020.
¡Es que las notas son sobresalientes!
Autor: José Núñez