Es lastimosa la manera en que nuestros legisladores redactaron y aprobaron las últimas leyes relacionadas con la vida democrática de la República Dominicana. Sus disposiciones carecen de claridad y en algunos casos de excesos absurdos.
La Junta Central Electoral (JCE) ha tenido que reglamentar aspectos que debieron estar en el texto de la ley sobre los comicios.
El Tribunal Constitucional (TC) ha erradicado disposiciones contra la libertad de expresión en la Ley de Partidos Políticos y del Régimen Electoral. Este jueves eliminó el arrastre en las 6 provincias donde se mantenía.
Ahora igual lo ha hecho el Tribunal Superior Electoral (TSE) para establecer claridad sobre el 20 % de las reservas de candidaturas.