A pesar del peligroso repunte de la pandemia del coronavirus, votó más del 65 % de los norteamericanos inscritos en el padrón electoral. Fue una votación histórica. Los candidatos demócratas Joe Biden-Kamala Harris obtuvieron el triunfo con más de 75 millones.
Con esa masiva votación, los demócratas derrotaron las aspiraciones reeleccionistas de los republicanos Donald Trump-Mike Pence, aunque recibieron más de 71 millones de votos.
Esos números también proyectan que la cámara de representantes (diputados) seguirá controlada por los demócratas y posibilidades de obtener la mayoría en el senado.
En dos reflexiones publicadas anteriormente (“Elecciones en EE.UU: Trump Vs. Biden”, 23-8-20, y “Repunte de la pandemia y elecciones en EE.UU.”, 25-10-20) pronosticamos el triunfo electoral de la mutual demócrata Biden-Harris basado en:
“…el inadecuado manejo de la COVID-19, los conflictos violentos con matiz racial contra afroamericanos, al incremento del desempleo, el aumento a más de 45 millones de norteamericanos pobres, a las frecuentes y ácidas confrontaciones con sus exfuncionarios y medios de comunicación y a los cuestionamientos por impago de impuestos que se atribuyen al presidente Trump.”
Ahora, dichos resultados nos permiten extraer diversas lecturas políticas, entre las que importantizamos las siguientes:a) Se evidencia que la sociedad norteamericana presenta una preocupante división socio-política. b) El envejeciente liderazgo político se impuso. Biden con 78 años será el presidente de mayor edad en la historia norteamericana. c) Las costosísimas campañas de ambos candidatos supieron motivar la masiva participación de los electores, sobreponiéndose al temor de contraer la COVID-19.Estas elecciones permitieron que d) por primera vez llegará a la vicepresidencia una mujer, negra y de padres inmigrantes. e) Que Trump se convirta en el undécimo presidente de un solo mandato y el tercero, después de la segunda guerra mundial, que fracasara su reelección. Antes habían perdido la reelección los expresidentes Jimmy Carter (1981) y Georges Bush padre (1992).
También que Trump se convierta en el primer presidente-candidato que levanta la bandera del fraude sin evidencias, se proponga impugnar los resultados acudiendo ante los tribunales para tratar de cambiar los resultados que se formalizaron en los diferentes estados, con lo cual reitera su prepotencia, petulancia, agresividad y ácido comportamiento, impropios de un estadista e imitando las falencias y pataleos de candidatos perdedores en cualquier república bananera.
Por igual, los porcentajes de 8 y hasta 12 puntos de ventajas en la intención del voto que las encuestas proyectaban para la victoria de los demócratas quedaron por debajo de los resultados finales que rozan el 3.3 %, lo cual provocará mayor precaución y prudencia en el diseño de las estrategias de campañas electorales.
Para norteamericanos, el mundo y en particular los pueblos latinoamericanos, con esta victoria de los demócratas surgen las siguientes expectativas:
1.- Que se multiplicarán los esfuerzos para unificar la nación norteamericana. 2.- Que se incrementarán las gestiones a favor de la paz mundial. 3.- Que se otorgará mayor preponderancia a las ciencias en la lucha contra la COVID-19. 4.- Que el nuevo gobierno retornará la participación respetuosa de EE.UU. en los organismos internacionales (ONU, OMS, OMC, OEA, BID, etc.) y en la lucha contra el cambio climático.
También 5.- Que en la implementación de la geopolítica norteamericana se valorarán los intereses y especificidades económicas y sociales de América Latina. 6.- Que en las relaciones diplomáticas y comerciales entre EE.UU. y nuestros países se priorizará el respeto a la autodeterminación, libre albedrío y soberanías nacionales.
El pueblo dominicano admira al pueblo norteamericano. Deseamos que ese gran país siga haciendo sus valiosos aportes al desarrollo de las ciencias y las tecnologías. Queremos que las ejecutorias del nuevo gobierno superen las divergencias sociales y políticas que les afectan y puedan fortalecer la unidad de la nación y su sistema democrático.
Si así sucediere, el gobierno demócrata que, a partir del próximo 20 de enero, presidirá la pareja Biden-Harris llenará con creces las expectativas que se han creado con su elección. ¡Ojalá así sea!
Por Juan Lópe