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24 de abril 2024
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OpiniónRamón Antonio VerasRamón Antonio Veras

Las inmigraciones y el caso haitiano aquí 

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1.- Con motivo de un coloquio sobre Migraciones y Relaciones Internacionales, organizado en México por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAN, presenté una ponencia la cual es la versión original del libro “Inmigración, Haitianos & Esclavitud”, que recoge la vida de los braceros haitianos que trabajaban, para la época, en el corte y tiro de la caña en los centrales azucareros del país. La obra fue editada aquí por Editora Taller en el 1985, así como en Francia y la Unión Soviética en los años 1987 y 1988, respectivamente.
 
2.- En “Inmigración, Haitianos & Esclavitud”, hago una relación de las operaciones mediante las cuales se ejecutaban compras de braceros por el Consejo Estatal del Azúcar –CEA-, a la dinastía duvalierista. El libro está acompañado de los contratos que servían de base a las negociaciones y los medios fraudulentos utilizados para robarles a trabajadores de Haití el resto de los salarios que recibían.
 
3.- La presentación del texto “Inmigración, Haitianos & Esclavitud”, fue escrita por el finado intelectual haitiano Gérard Pierre-Charles, el cual escribe diciendo: “El estudio del Dr. Ramón Antonio Veras sobre la situación de los trabajadores haitianos en República Dominicana, constituye un aporte de excepcional valor, al conocimiento de este tema tan trascendental en las relaciones dominicano-haitianas. Cierto que, en los últimos años, destacadas contribuciones periodísticas, literarias o científicas, han logrado sensibilizar, respecto a ese tópico, a los sectores más ilustrados de ambos países, así como a la opinión internacional, con informaciones, análisis o testimonios de particular fuerza impactante. Ejemplo de ello, son los libros, El Masacre se pasa a pie de Freddy Prestol; Azúcar Amargo del publicista francés Maurice Lemoine, Migración y Relaciones Internacionales -El caso haitiano-dominicano- de la historiadora haitiana Suzy Castor. El mismo Dr. Veras, en columnas de la prensa de su país, ha venido desempeñando una labor pionera, tratando tal problemática con un caudal de datos que para la brutalidad del universo que plasmaban parecían inverosímiles…Sin embargo, todas las producciones anteriores referidas a la presencia migratoria haitiana en tierra dominicana no habían alcanzado penetrar, desde una perspectiva tan amplia y hasta nivel tan profundo, en ese mundo”. [i]
 
4.- “En medio de sus numerosos aportes –sigue diciendo Gérard Pierre Charles-, el principal mérito de la obra es el sentido de responsabilidad de que hace muestra su autor en el análisis científico y crítico de esta tan delicada cuestión. Haciendo a un lado todo eufemismo así como toda complicidad con el statu quo,  se  asoma a la verdad, asumiendo así posiciones de elevado nivel ético que contrasta con la postura de muchos intelectuales dominicanos que tradicionalmente, han visto las relaciones entre los dos países a través del prisma de los intereses oligárquicos y de los  prejuicios de los sectores de poder, pretendiendo dar viso científico o legitimar las ideologías dominantes y las elucubraciones de un nacionalismo mal entendido. Así, cuando no desvirtúan su sentido, cierran los ojos sobre una situación que constituye el mayor elemento de retroalimentación de rencores y errores del pasado; así como un generador de contradicciones y conflictos entre dos pueblos hermanos”. [ii]
 
5.-  Posteriormente, con motivo de celebrarse en el país el VII Congreso Iberoamericano de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, la Comisión Organizadora del evento me escogió como exponente con el tema Trabajadores Migratorios, su situación de trabajo y seguridad social en Iberoamérica.
 
6.- En mi ponencia hice un análisis del fenómeno migratorio en América Latina y el Caribe, y en particular del trabajo de los nacionales haitianos inmigrantes en la República Dominicana. Las conclusiones de mi exposición las motivé con un proyecto de ley a ser discutido por los países del Continente, partiendo de la idea de que existe una identidad de intereses entre los trabajadores inmigrantes y los nacionales porque viven por igual de la venta de su fuerza de trabajo.
 
7.- Mi exposición en forma de ley fue elaborada como un Código de Trabajo para regular las relaciones de trabajo en Latinoamérica y el Caribe, y el mismo consta de nueve (9) considerando, siete (7) capítulos y cuarenta (40) artículos. Para elaborar el trabajo me trasladé el 15 de marzo de 1980 a Francia y allí, en la Asamblea Nacional, examiné una iniciativa de ley presentada por varios legisladores el 27 de junio de 1979; además, procedí a estudiar el Pacto Andino. Luego, la Editora Taller, en febrero de 1985, con el título “Migración Caribeña & Un Capítulo Haitiano”, publicó íntegramente la ponencia que había desarrollado.
 
8.- El prólogo del libro “Migración Caribeña & Un Capítulo Haitiano”, fue escrito por la historiadora haitiana Suzy Castor, la cual, refiriéndose a la obra plantea, entre otras consideraciones, “Después de su primer libro- Migraciones, Haitianos & Esclavitud- Ramón Antonio Veras, ofrece al público esta nueva investigación sobre derecho del trabajo de los trabajadores migratorios, el cual aborda, desde el aspecto legal, el fenómeno de los trabajadores emigrados. Dicha obra constituye, no hay duda, una gran originalidad, ya que pocos estudios destinados a un público amplio consideran este tema desde esta perspectiva. El autor hace acopio de un valioso material que recoge las leyes que rigen la contratación, las condiciones de trabajo y la situación de los trabajadores emigrados en los países del Caribe y de América Central”.[iii]
 
9.- “Otro aspecto de la obra de Ramón Antonio Veras – escribe Suzy Castor-, que merece ser destacado es su enfoque de la emigración intracaribeña y Caribe-Centro América. En otras palabras, la investigación considera, a partir de la contemplación de las leyes laborales, un aspecto de las relaciones entre países del Tercer Mundo, sin perder de vista el contexto global en que se encuentran envueltos dichos países. En efecto, cuando el autor estudia, por ejemplo, los mecanismos de explotación del trabajador emigrado jamaiquino o haitiano en República Dominicana o en Panamá, ilustra con luz meridiana lo que hemos llamado en otro trabajo la constelación de la explotación, ya que en el mundo capitalista los países de menos nivel de desarrollo, tienden a reproducir los esquemas de explotación de los `países más desarrollados. Además, el trabajo muestra, a nivel de la legislación, el entrelazamiento de los intereses del capital extranjero con las oligarquías locales”. [iv]
 
10.-  “Migración Caribeña & Un Capítulo Haitiano”, tiene anexo un informe preparado por la Comisión de Encuesta de la OIT, que visitó la República Dominicana en el mes de enero de 1983, designada en virtud del artículo 26 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La investigación de la Comisión de la OIT, confirma las denuncias que yo había hecho y figuran en el libro “Inmigración, Haitianos & Esclavitud”. [v]
 
11.- Desde hace varios años le he dado seguimiento al fenómeno migratorio, y en particular el haitiano. Además de los dos libros citados en este trabajo, en el Archivo General de la Nación, en la colección que lleva mi nombre reposa inédito un tratado que comprende ocho (8) tomos, integrados por artículos, charlas y conferencias que escribí desde el año 1975 hasta 1997, y están recogidas en revistas y periódicos nacionales y extranjeros.
 
12.- Lo que me ha impulsado a referirme a los libros que escribí con relación a la presencia aquí de los nacionales haitianos, es que he escuchado toda una serie de pronunciamientos contra los inmigrantes de Haití que trabajan en diferentes áreas del mercado laboral nuestro. Los términos que utilizan algunos de mis compatriotas para referirse a los haitianos encierran desprecio, lo que desdice mucho de la sensibilidad y solidaridad de que somos acreedores.
 
13.- Además, me he sentido motivado a elaborar este escrito porque así como me ha causado pena la forma peyorativa que algunos  de mis coterráneos hacen mención de los haitianos que aquí ejecutan diferentes actividades laborales, he visto como muy atinado el planteamiento hecho por el empresario de Santiago, Fernando Capellán, quien declaró recientemente que: “El país debería tener un plan bien definido de qué quieren con Haití, qué cantidad de migrantes necesitamos, qué cantidad de personas queremos que se vayan a las fronteras y cómo se invertirá en las fronteras para que el dominicano viva y se quede ahí”. [vi]
 
14.- Lo expuesto por Fernando Capellán, hay que tomarlo en cuenta porque conoce perfectamente el asunto de la mano de obra haitiana, ya que tiene empresas tanto en Santiago como en la frontera dominico-haitiana. Creo que Capellán está en condiciones de colaborar directamente con las autoridades dominicanas y haitianas a los fines de regularizar el trabajo de los inmigrantes haitianos en el territorio nacional dominicano.   El fenómeno migratorio hay que verlo como social, económico, legal y político, y examinarlo tomando en cuenta  su realidad y las interioridades que encierra.
 
15.- Hombres y mujeres libres no dominados por las limitaciones que impiden el juicio acabado de una problemática con ribetes mundiales como son las migraciones e inmigraciones, no deben caer en hacerle coro a los que creen que la presencia de los haitianos en nuestro país responde a un interés diferente al económico. El caso específico de los nacionales haitianos insertados en el mercado laboral dominicano es, pura y simplemente, la consecuencia del desarrollo desigual entre República Dominicana y Haití.  
 
16.- Los fenómenos sociales, y el migratorio es uno de ellos, requieren ser examinados en su existencia real y objetiva; juzgarlos tal y como se presentan; con sentido realista, sin caer en el apasionamiento ni en teorías subjetivas que siempre son el resultado del sentir personal y no de la imparcialidad. La vehemencia genera la exaltación que impide el análisis sosegado; ella rompe la serenidad y nulifica el razonamiento equilibrado.
 
17.- Se hace necesario debatir el tema de la mano de obra haitiana en República Dominicana, como causa generadora, los aportes a la economía nacional y sus consecuencias. El objetivo debe ser discutir el fenómeno en toda su extensión, lo que hace posible, luego de polemizar, llegar a conclusiones basadas en razonamientos y no en acciones que encierran reprobación y reproches. Una vez las personas sensatas someten un asunto a discusión caen en la meditación para luego emitir una opinión resultante de reflexión.
 
18.- Llevar el fenómeno migratorio haitiano a la chabacanería y a la vulgaridad; al lenguaje humillante y a los términos agraviantes; a la polémica provocativa y afrentosa, nada positivo se alcanza. El injuriar solamente logra reducir a las personas que maltratan a la dignidad humana.
 

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