Si una actitud caracteriza a la sociedad de hoy es su escepticismo. La gente no está muy predispuesta para creer. Duda de todo y asume que las acciones de los poderes públicos siempre encubren algo.
La exclusión, o archivo provisional, de ocho de los catorce encartados por el caso de corrupción de Odebrecht, anunciado por la Procuraduría General al someter los expedientes acusatorios, ha encontrado el rechazo de distintos sectores de la vida del país.
Estas dudas podrían ser razonables en una sociedad asqueada por la impunidad. Y, sobre todo, porque los excluidos son casi todos dirigentes políticos. Sería interesante conocer qué no se pudo comprobar de las imputaciones; daría credibilidad al proceso.