Hace muchos años Robert MacNamara, a la Sazón Secretario de Defensa de USA, dijo que “los que debían gobernar el mundo eran quienes lo poseían”, en ese entonces estábamos en el inicio de lo que se conoce como la “Ola Neoliberal” cuyos basamentos quedaron establecidos en los acuerdos de Bretton Woods del 1945, en Connecticut, USA.
Más adelante vino el Consenso de Washington entre Margaret Thatcher y Ronald Reagan mediante el cual las Corporaciones tenían prioridad sobre el Estado y la Clase Política de cualquier país del mundo capitalista. Las Corporaciones, y sus Abusos a los Consumidores.
De esa manera unas cuantas corporaciones que tenían ya muchos años de existencia vieron la gran oportunidad de sus vidas corporativas para expandirse y controlar el mundo.
Como resultado de la expansión de las corporaciones en el mundo, fue que vino la Globalización, que no es más que la era de las corporaciones. Hoy por hoy las corporaciones controlan el mundo, explotan y abusan a los consumidores, sin ser estos sus obreros o sus trabajadores.
Precisamente de eso es que se trata, de que las corporaciones no sólo exploten a quienes sean sus obreros o empleados, sino de que puedan llegar a todos los ciudadanos del mundo y convertirlos en sus empleados y más que eso en sus esclavos.
En el mundo capitalista de hoy los ciudadanos somos esclavos de las corporaciones ya que ellos se han inventado unos servicios a través de los cuales explotan y abusan de los ciudadanos consumidores. Estamos hablando de los celulares, del cable, de la TV, de las tarjetas de créditos, en fin de una serie de servicios de los que el ciudadano común no se puede abstraer hoy en día.
En los países desarrollados, como resultado de las exigencias de los ciudadanos, se han establecido algunos mecanismos mediante los cuales los ciudadanos pueden defenderse de los abusos de las corporaciones, pero en realidad solo se trata de usar las emociones de los ciudadanos para justificar el supuesto estado de derecho que debe imperar en esas sociedades.
En países como la República Dominicana lo que está ocurriendo es una verdadera carnicería con los consumidores por parte de las corporaciones. Los ciudadanos, especialmente el segmento de la clase media y media alta, tienen el grito al cielo por los abusos que a diario cometen las grandes corporaciones contra ellos.
Estamos hablando de las telefónicas, las distribuidoras eléctricas, las vendedoras de bienes y servicios, que como monopolios, o como oligopolios, imponen sus pólizas y sus deseos desenfrenados de sobre acumular riquezas a partir del ciudadano que compra y usa sus servicios.
En los últimos años he tenido serios conflictos con varias corporaciones debido a que las mismas han abusado mis derechos, y como ciudadano consiente para mi es inaceptable que las corporaciones pretendan convertir a un ciudadano informado y educado en un esclavo moderno, solo para beneficio de sus intereses económicos.
En un próximo artículo daremos detalles y ejemplos sobre las formas como las corporaciones abusan y explotan a los ciudadanos que usan sus servicios.
Por José Pérez Méndez
El Autor es Ingeniero y Escritor.