La convocatoria del Consejo Nacional de la Magistratura pone en el tapete las posibilidades de pleitos por el control de las Altas Cortes. En una etapa de camino hacia las elecciones generales, abre expectativas sobre qué grupo puede tener el control de los Tribunales Constitucional y Electoral y de la Suprema Corte de Justicia.
Los magistrados son soberanos en sus ejecutorias, pero no se olvide que en el país la norma es que la designación se hace por cuotas entregadas a los sectores políticos y económicos. Un juez puede ser independiente, pero para llegar tiene que tener un padrino de gran poder.
En el aspecto institucional, es necesario designar nuevos jueces en la Suprema, porque los actuales ya sobrepasan los siete años. También se hace necesario sustituir a por lo menos cuatro magistrados del Tribunal Constitucional. De agregado, se puede hacer cambios en el Tribunal Electoral.
Hay temas espinosos que van a tener que caer en las Altas Cortes. Uno de los principales es la reelección. Quien tenga el control del Tribunal Constitucional podría tener la oportunidad de ir con más suavidad en sus propuestas.
Asimismo siempre un proceso electoral puede ser cuestionado, por lo que tener control de las Altas Cortes garantiza que no triunfaran interpelaciones de sectores que consideren que se les hizo fraude, o que no se les permitió votar libremente.
En el Consejo Nacional de la Magistratura hay una representación de sectores diferentes, por lo que no habría mucho que temer. Empero, la realidad dominicana es que el grupo político con más recursos y fuerzas es el que controla al Consejo, y de ahí el que tiene la voz mandante al momento de nombrar nuevos jueces.
El expediente de la reelección presidencial está vivo. Cualquier jurista simpatizante del ala danilista del Partido de la Liberación Dominicana, podría someter un acto de amparo para que haya puertas abiertas para que se dé el continuismo.
De ahí la importancia de la cantidad de jueces amigos que pueda haber en las altas cortes. Ya un primer fallo cerró un camino hacia la reelección, pero quien lo sometió no fue un peso pesado, por lo que no pasó de ser un globo de ensayo.
También el tema reelección podría continuar la senda del Congreso, con una convocatoria de reunión de la Asamblea Nacional, para hacer reformas a la Constitución. Esta línea es más arriesgada, para el sector danilista que no tiene mayoría de votos.
Vamos a esperar el avance de los días. Las primeras reuniones del Consejo de la Magistratura estarán en paralelo sometidas a las presiones del tema reelección. Es una larga lucha que se diversifica por diferentes vías, en un expediente que está al rojo vivo y se niega a ser archivado. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
Por Manuel Hernández Villeta