Con una reducción de 30 centímetros en su nivel, encontramos este pasado domingo 24 de los corrientes el lago Enriquillo, acelerándose el proceso de recogida de su espacio, justo, cuando los días solares se recrudecen trayendo consigo importantes niveles de evaporación en una cuenca que sólo ve salida de aguas por esta vía, la evaporación, llamándose por eso, Lago endorreico.
La historia reciente, es harto conocida; desde el año 2007 cuando las tormentas Noel y Olga afectaron nuestro territorio se inició una carrera alcista en los niveles y espejo de aguas del mismo, llegando a significar un nivel extra 23 metros al 30-12-2012, fecha en que empezó un declive de 4 metros y 54 centímetros, lo que es igual a 454 centímetros al 24-6-2018; su espejo de aguas sufrió una transformación en este período de 265 kilómetros cuadrados a cerca de 450 kilòmetros² (cuadrados), en la actualidad lo presumimos en unos 270 kilómetros².
Definitivamente este lago ha experimentado una lenta pero importante reducción en los pasados seis años, aproximados, casi cinco metros, pero más importante que ello, es la detención de su crecida, la cual debe ser garantizada con la instrucción de la presa de Monte Grande y su insoslayable sistema de derivación de aguas por Canoa.
POR JOSÉ ANTONIO MATOS PEÑA