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19 de abril 2024
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OpiniónElvis ValoyElvis Valoy

La UASD toca Fondo

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Es lamentable el degradante y mortal deterioro en que se encuentra nuestra siempre amada Universidad Autónoma de Santo Domingo. Los hechos de sangre de este pasado viernes 24 de marzo, en donde un hombre murió, y varios resultaron heridos, así lo confirman.

Se rumora que grupos estudiantiles que se sabían perdedores de las elecciones de la FED, y que “viven” de la UASD, se emplearon a fondo para originar una situación de fuerza que llevara a la suspensión de las mismas.

El tiroteo escenificado en la facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, es un capítulo más de la vil historia que cada día escribe la alta casa de estudios en su tránsito a la desaparición.

Las siglas y acrónimos que conviven dentro del alto centro docente y que actúan como el comején, se han encargado de su ruina. La tragedia no es nueva. Esta debacle se inició hace ya varias décadas atrás.

De la llamada lucha por el Medio Millón de principio de los años 70 a la fecha, el centro de estudios estatal ha visto incrementar su presupuesto de manera significativa. Pero nada de eso ha servido para que la UASD se encauce por senderos institucionales y científicos.

¡Qué calamidad! Lo que ha debido ser un faro de luz del país, un oasis de ciencia, arte e investigación, aportando soluciones a nuestros acuciantes problemas, lo han convertido en un páramo de oscurantismo y atraso.

En la UASD todo se ha puesto al servicio de las apetencias grupales y personales. El llamado fuero universitario solo ha servido para “blindar” a grupos de facinerosos que han deslindado el campus universitario como territorio para hacer fechorías y aupar claques mafiosas.

El Informe Richardson, un diagnóstico de la Universidad que data de los años 70, demostró que la misma funciona mal debido a su propia dialéctica. Pero el mismo fue engavetado e ignorado.

Dinero se nota no es el problema, pues las autoridades gubernamentales le han insuflado multimillonarios recursos, los cuales han debido ser aprovechados para convertirse en una institución estatal modelo, pero como dice el refrán, “perro huevero, aunque le quemen el hocico”.

Cada cierto tiempo una de las siglas que se engullen indolentemente la UASD, y que la han llevado al abismo, hace “una de las suyas”. Cuando no es la fatídica Faprouasd, conformada casi en su totalidad (hay honrosas excepciones) por profe-cheques, como le llamaba Matos Méndez, es la Asodemu con su personal parasitario y huelgario; y cuando no es la FED destruyendo la propiedad pública y privada.

Cada una de estas estructuras se alterna para poner “su grano de arena” en la destrucción inmisericorde de la universidad más vieja del Nuevo Mundo.

Parece un plan macabro pues las organizaciones que coexisten dentro del Alma Mater fungen como caballo de Troya en el hundimiento y la desgracia de la UASD. Esas rémoras internas que pululan en el centro de educación superior del Pueblo Dominicano se han convertido en un cáncer, impidiendo el desarrollo académico y científico uasdiano.

A nuestra querida universidad “se la comieron con yuca”, como dice la gente, y es realmente lo que han hecho estos grupúsculos procaces e indolentes, que cohabitan en ella repartiéndose el presupuesto para su provecho.

Tan mal ha marchado la UASD en su historia, con sus pecados sin derecho a penitencia, que a finales de los años 60 se le impidió presentarse al premio Nobel de literatura Pablo Neruda, lo que ha debido suponer un perdón póstumo de los protagonistas de ese dislate que muchos aún están vivos. Pero…..qué va.

¡Aparta de mí este cáliz!

 

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