Los epítetos del ex presidente Medina, han tenido resultados muy funestos; aparentemente, el líder de facción del PLD no está en sus mejores años de las polémicas estudiantiles, donde con más sentido de las consecuencias de sus palabras, les disputaba la razón a sus contrapartes.
A raíz de la regata en que devinieron las primarias abiertas del 2019, impuestas en el país para hacerse de la candidatura presidencial del PLD, Danilo se despachó calificando a su candidato como “un penco candidato”; y hasta el sol de hoy, todo el mundo se refiere al Lic. Gonzalo Castillo, como al “penco, imaginando un caballo cansado y viejo”.
Ahora, según Danilo Medina, su facción PLD estaba de parranda. Y no se percata que, para las masas electoras, la cúpula de ese partido, estuvo sus últimos dos años de parranda en el Palacio Nacional, y en este año y pico de gobierno de un partido contrario, lo que adormece todo el PLD, es una terrible resaca.
Entiéndase, la cúpula duerme con ropa, cada uno, a la espera de su expediente; y los humildes servidores del Estado que, por casi 20 años vivieron de un empleo a la sombra de este, se despiertan todos los días pensando en la proximidad de una posible desvinculación.
Y a esta realidad estresante, es a la que el ex presidente Danilo Medina le llama parranda. Este señor, debe tener mucho cuidado al expresarse de esta manera; porque los cientos de miles de empleados públicos, que sus desafortunadas decisiones han puesto en la cuerda floja, con respeto a su modo de vida, nunca le perdonarán su obtuso juego y su ambición de poder.
Pero, así como no se lo perdonarán, los que pierden sus puestos de trabajo; tampoco se lo perdonarán los peledeístas honestos que sienten vergüenza ajena; ni los familiares y colaboradores del Ex presidente que han sido mudados a las diferentes cárceles del país.
Sería más sensato para el Lic. Danilo Medina, seguir guardando silencio y no importunar la inteligencia popular con chistes aguados que, a nadie hacen reír.