EL NUEVO DIARIO, BRUSELAS. – El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dio este viernes la bienvenida al alto el fuego acordado entre representantes del Gobierno y el Parlamento de Libia, bandos enfrentados desde hace seis años en guerra civil, e instó a respetarlo e implementarlo.
«Es importante que todas las partes respeten el alto el fuego, implementen el alto el fuego, y con anterioridad hemos visto que ese no es siempre el caso», declaró el político noruego en la rueda de prensa posterior a la reunión de ministros de Defensa aliados celebrada de manera virtual el jueves y viernes.
Dada la implementación fallida de casos anteriores, Stoltenberg consideró necesario «el llamamiento más fuerte posible a todas las partes para esta vez respetar e implementar» la suspensión de las acciones militares en la contienda.
«El mensaje de todos nosotros es que ahora tenemos un paso importante en la dirección adecuada. Hagamos todo lo que podamos para asegurar que se implemente y convierta en realidad», comentó.
En cualquier caso, el secretario general aliado dio «la bienvenida» al anuncio del cese de la violencia y recalcó que la OTAN apoya los esfuerzos de la ONU «para intentar encontrar una solución política pacífica al conflicto en Libia».
«Por supuesto, el primer paso de cualquier solución pacífica duradera es un alto el fuego», constató.
Representantes del Gobierno y el Parlamento de Libia, bandos enfrentados desde hace seis años en guerra civil, firmaron hoy un alto el fuego permanente para todo el territorio nacional que implica, entre otros puntos, la salida de toda fuerza extranjera del país en el plazo de tres meses.
El acuerdo, logrado con la mediación de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas para Libia (UNSMIL), fue suscrito tras cuatro rondas de conversaciones en la sede europea de la ONU en Ginebra por la Comisión Militar Conjunta 5+5, formada por diez representantes de los dos ejércitos en conflicto.
La jefa en funciones de UNSMIL, Stephanie Williams, explicó en rueda de prensa posterior que el acuerdo tiene efecto inmediato e implica que «todas las unidades militares y grupos armados desplegados deben retornar a sus cuarteles».
