La tragedia mundial que representa el minúsculo enemigo, el Coronavirus ó la COVID-19, es de dimensiones inconmensurables, de amplio ó total espectro, con duración inimaginable, aunque pase, sus efectos graves quedarán. Es un verdadero terremoto económico y social, no se puede predecir efectos de este desastre, nada bueno, aunque sí, su ocurrencia es una oportunidad para gentes que han estado en la administración pública, enmienden todos o parte de todos sus desaciertos administrativos; lo decimos, porque al parecer, gentes del gobierno no entienden el mensaje electoral pasado, pero tampoco los toque de hoyas ó cacerolazos de tan solo algunas semanas atrás, cuenta, un medio de comunicación local, de Neiba, sobre la inefable participación de dos dirigentes de esta provincia en la distribución de alimentos, dejando filtrar en el acto, los propósitos electorales. Nada más ingenuo y poco afortunado, como lo es la propaganda oficialista dejada ver hoy en la primera página de por lo menos cinco periódicos dominicanos, publicitando una circunvalación del país y su mentor, oficializado ayer por la JCE como candidato presidencial. Grave…
El gobierno y sus principales ejecutivos debieran pensar en las fuertes señales de rechazo de una población que sufrirá en carne propia, las privaciones y carencias que irremisiblemente se avistan en el devenir de los próximos días, no tanto ahora, cuando la lucha por el abastecimiento se circunscribe a las largas filas y capacidad de hacer liitos económicos, más atrás es que “la puerca retuerce el rabo”, cuando el ciudadano, con todo más precario y por demás una patrulla que lo repliega a su casa, donde dejó nada de comer, son grandes conflagraciones las que nos esperan al doblar de la esquina, de un país y un estado imprevisor, que no guardó, “Ni pan para mayo” ni “Harina para abril”; y… ponerse desde esas penurias a querer lograr lo imposible?, el gusto y satisfacción popular, la perdieron y solo pueden variar la valoración, en lontananza, previa una actitud humana y equitativa que le muestren al pueblo, bajándose de las alturas, hacerse humanos, enfrentar la problemática, y haciéndose acompañar, de una u otra manera de la oposición y demás sectores sociales, haciéndoles corresponsables de lo bueno o malo de esos resultados, es lo que se puede hacer, porque el productor nacional pequeño y mediano, destruido en su accionar por la acción gubernamental equivocada, esto así, vistos, como los veo, la mayoritaria de pequeña y mediana empresa. Junto a ellas, caerá una inmensa cantidad de empresas, grandes y pequeñas, y con ellas, riquezas que sin verlas se desparraman sobre la sociedad, y con ellas, el empleo.
La crisis que genera la presencia de este virus, el Corona y los efectos secundarios de las medidas que lo enfrenten, no es “paja de coco”, y el que está en el gobierno solo debe ver hacia adelante, con su firme mirada hacia la entrega del poder y un país en menor deterioro de lo que se ve; Austeridad, Trabajo, Inversión social y Económica y promoción de la unión e integración a favor de la patria… Humildad y Honestidad, se necesita…
POR JOSÈ ANTONIO MATOS PEÑA