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19 de abril 2024
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OpiniónJuan Tomás TaverasJuan Tomás Taveras

La naturaleza, patrimonio por excelencia

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Los humanos al llegar al mundo solo traemos nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Al momento de abrir los ojos ya tenemos ropa, pañales, y en muchas ocasiones accesorios y prendas como cadenas y aretes.

Cuando llegamos a nuestro hogar nos espera una cuna, juguetes y más cosas. Al crecer vamos conociendo los objetos que consideramos valiosos, como electrodomésticos, dispositivos inteligentes, prendas, vehículos, dinero, etc., son esas cosas las que vamos valorando, las que cuidamos con suma delicadeza y protegemos de nuestros iguales. Se convierten en nuestros tesoros.

Sin embargo, nunca nos fijamos en que cuando nacimos hay algo que estuvo allí desde el principio, algo tangible e intangible, visible e invisible; aquello que al igual que nosotros se concibió por evolución y creación divina, y que es el patrimonio de la humanidad por excelencia, nuestro medioambiente o naturaleza.

La solución a los problemas medioambientales, de acuerdo a Videos Hope, es: “Elegir líderes que crean en la ciencia y que entiendan la importancia de la naturaleza y los ecosistemas. Que tengan amor a Dios y tengan compromiso para detener la denigración de la ciencia. Paremos de darle poder a personas que no creen en la ciencia, o peor aun, que fingen que no creen en la ciencia por sus propios intereses personales. Ellos saben quienes son y nosotros sabemos quienes son.

Nosotros, ricos y pobres, poderosos y no poderosos o débiles, todos sufrimos los efectos del cambio climático y la destrucción de los ecosistemas. Estamos afrontando lo que se está convirtiendo en la mayor crisis moral de todos los tiempos.

Nuestros objetivos climáticos no serán alcanzados y nos quedaremos jodidamente sin soluciones. Si no detenemos la destrucción de la naturaleza nada más tendrá importancia. Si queremos resolverlo y sobrevivir en este planeta, el único hogar común que conoceremos, necesitamos proteger la naturaleza ahora más que nunca.

La naturaleza no necesita a las personas. Las personas necesitamos la naturaleza. Así es que apaguemos nuestros móviles, arremanguémonos y vamos a patearle el culo a este monstruo (el calentamiento global, que pone a todo el planeta en peligro).”

Vivir en un medioambiente sano es uno de los derechos fundamentales del ser humano. Nuestra obligación para mantener el cumplimiento continuo de ese derecho es protegerlo y defenderlo, creando los medios legales adecuados para ello, y en nuestro caso cumpliendo y respetando las normas establecidas con responsabilidad.

A medida en que despreocupa al ser humano el cuidado y protección del medioambiente, el mismo se deteriora y pone en riesgo nuestra existencia futura.

Es por eso que ahora vamos a enfrentar una de las guerras posiblemente de las más grandes para la humanidad, contra un enemigo que no es abanderado de ningún país: el calentamiento global, nuestro verdadero enemigo, que no son aquellos que nos atacan, sino los daños silentes que con el despilfarro e irresponsabilidad nosotros mismos hemos causado con la contaminación del suelo, de las aguas y de los aires; con la deforestación, incendios de los bosques y la explotación abusiva de los recursos naturales.

El medioambiente, la naturaleza, se está cansando, se agota, y ella misma da sus muestras de furia cuando vemos que hay más desastres y fenómenos naturales como El Niño y La Niña, lluvias ácidas, grandes tsunamis e inundaciones, huracanes y tornados, terremotos y sequías. Son estas las muestras invaluables de que estamos en una cuerda floja.

Nuestro ambiente peligra, y a la par la maldad de los hombres y todos los virus y enfermedades proliferan, el hambre y la pobreza no dejan de decir presente, al igual que muchas especies de la flora y la fauna, poco a poco nos vamos a extinguir.

Es necesario que hagamos una cultura de conciencia en la salvaguarda, cuidado y valorización de nuestro medioambiente. De la misma manera en que nos van educando en apreciar y valorar las cosas materiales y el dinero, también debe ser un hábito desde el nacimiento el apreciar y valorar el medioambiente de todo nuestro planeta, la naturaleza con cada ecosistema, pues al fin y al cabo, aunque existan estudios científicos y espaciales, hasta ahora es nuestro planeta, la Tierra, el único lugar apto para nuestra vida, es nuestro medioambiente sano la garantía para ello; por eso es nuestro patrimonio por excelencia.

Dios bendiga siempre al pueblo dominicano. Todo por la Patria.

*El autor es aspirante presidencial independiente, mayor general retirado PN, periodista, activista social, miembro fundador y vocero de la Asociación de Policías y Militares Activos y Jubilados Dominicanos, APODOM, Pro Dignidad y Derechos. Incluye a todos los veteranos.

Por:  JuanTomás Taveras

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