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18 de abril 2024
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OpiniónFernando PeñaFernando Peña

La lucha anticorrupción en vez de fortalecer debilita al gobierno y Luis Abinader.  ¿Por qué? 

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Sin el liderazgo político, sin la vigilancia permanente de todos no es posible la viabilidad de la lucha anticorrupción, debe y tiene que ser de manera integrar, como llanero solitario, independientemente de la voluntad y deseos del presidente la erosión a su popularidad irá en declive.

Es cierto que la corrupción destruye la democracia, acarrea hambre y miseria al pueblo, pero es sistémica y para hacer creíble la lucha contra la corrupción se requiere de acciones ejemplarizadoras, sin exclusión, y que haya una alianza político social.

La lucha anticorrupción debe perseguir fortalecer el liderazgo político y privado, no destruirlo, o sea, construir una voluntad política.

La debilidad partidaria del presidente Luis Abinader no es verdad que será sustituida por su alianza con sectores de la sociedad civil y empresarios ni por su bandera anticorrupción, pensando de manera equivocada que así lograría el favor de los ciudadanos y los actores políticos.

Una verdadera locura pensar que así va a lograr control institucional y administrativo del Poder, a menos que no implante un régimen de fuerza, autoritario.

Lo que está es creando desconfianza a todos los niveles, dentro de su partido PRM, sus colaboradores, la sociedad, los partidos, su liderazgo y el sector de la producción nacional.

Agréguele a ello que la situación económica y social cada día se complica más y más por factores interno y externo, teniendo serias limitaciones el gobierno para satisfacer las demandas de los ciudadanos y los diferentes sectores nacionales.

Desmembrar solo un sector político nacional desplazado del Poder, del gobierno, abanderándose en la lucha anticorrupción, aunque sean ciertos los hechos denunciados les quita credibilidad, porque es selectivo y se torna político.

Pero, además llevarse de paro a los pocos dirigentes de su partido que ha nombrado en el gobierno por denuncias de corrupción en la prensa, someterlo e incluso apresarlo, degradarlo le va debilitando aun mas al presidente Luis Abinader.

Se desconocen cuales son los mecanismos de acciones preventivas, cual es el seguimiento de aéreas vulnerables a la corrupción, cual es la política preventiva y el plan de acción elaborado para hacer efectivo la política anticorrupción.

Algún dirigente, líder, político, partido, sector factico conoce de ello.

No, lo único que se conoce es la participación de la llamada sociedad civil en las denuncias y la entrega del gobierno a ellos.

Fíjense que ese tema no se ha puesto en agenda en el llamado dialogo nacional con partidos, lideres y sociedad.

La persecución, apresamiento, destitución de funcionarios de gobierno no es nada nuevo, siempre se ha hecho sin llevar a ningún resultado porque ha estado siempre sujeto al interés político del gobierno de turno. Y siempre es selectiva y excluyente. Ahora no está marcando diferencia.

La corrupción de altos funcionarios del Estado, medios y bajos e incluso de empresarios no es novedad de este tiempo una ni una particularidad de nuestro país.

Además de los exfuncionarios del pasado gobierno de Danilo Medina, familiares y colaboradores, incluyendo militares, este gobierno ha lleva un despelote de casos de presunta corrupción de dirigentes de su partido PRM, sometiendo expedientes por denuncias de la prensa, que incluyen la policía, Inabie, Juventud, Inposdom, Educación, etc., mayoría de los casos son investigados por la Procuraduría.

Se ha generalizado la desconfianza….

En nuestro país no hay educación, habito ni costumbre de honestidad tanto en la función publica como en la sociedad.

Hay una cultura de la viveza predominante de generación en generación.

Un error atribuir solo a la clase política ese mal e intentar destruirla y desde el gobierno asumir condenas y responsabilidades excluyentes.

Oigan bien, si no hay un cambio rápido de parte del presiente Luis Abinader a su política, si no integra a su PRM, a sus dirigentes al gobierno, si no amplia el abanico de su lucha anticorrupción y solo la deja en la persecución al PLD, Danilo Medina y sus colaboradores, y a algunos que otro caso de su gobierno perderá la batalla publica, su imagen se deteriorará y la gente, el pueblo lo sacara del Poder.

Una lástima, porque el PRM, Luis Abinader una vez llegado al gobierno debió hacer una alianza política social no solo contra la corrupción sino contra los males económicos, sociales que padece nuestra sociedad por décadas.

Pero prefiero, hasta ahora, ir solo, sin base política ni social suficiente para llevar esa agenda.

Un destino lastimoso, porque salieron del poder, PRD hoy PRM, en el 1986 y volvieron en el 2000 (14 años fuera).

Salieron en el 2004 y volvieron en el 2020 (16 años fuera).

No se olviden que en 1986 fue tan grande el desengaño que un hombre en un burrito, llamado don Chencho, y un Balaguer viejo y ciego fue suficiente para salir del Poder.  No siguen apretando las tuercas,

Si el PRM sale del poder en el 2024, ¿Cuántos años usted cree que dure fuera del poder?

Por lo que veo durara fácil 20 años fuera ….

Y es que no hay alguien en el PRM que le indique al presidente Luis Abinader que solo una gran alianza, un cambio de su política hacia su PRM y el país puede mantenerlo más allá del 2024…

Por Fernando Peña

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