La limpieza con la salud, la educación, la seguridad y el tránsito completa las cinco prioridades que consideramos tareas fundamentales para las autoridades y para la ciudadanía.
La limpieza transformaría el país, que está sucio por todas partes. Vergonzosamente sucio. Higienizar es salud, economía, educación y un compromiso. Un plan en este sentido tiene la virtud de dar inicio a una movilización nacional en este propósito. Y quienes limpian no ensucian.
Trabajarían instituciones del Gobierno, con los ayuntamientos y la sociedad. Sería incluso hermoso hacerlo.
El plan pudiera ser por provincias recogiendo basura, arreglando contenes, calles, pintar lo que esté feo e invitar a las familias a pintar sus casas.