A más de dos semanas de la huelga de hambre que sostiene el Dr. Wazar Gómez en la ciudad de New York, en contra de la impunidad y la corrupción; no es justo que el gobierno dominicano a través de la Procuraduría General de la República, llegue a un acuerdo monetario con Odebrecht. Tal acuerdo, no sólo es descarado, sino que le pone un manto de impunidad a esa empresa constructora y a los funcionarios y empresarios sobornados. Después de todo, la empresa puede cambiar de nombre y continuar sus operaciones en el país, como si nada hubiera pasado.
Es triste constatar que, en nuestro país, la justicia está amordazada y lo que interesa a los que ostenta el poder, es pasar la página y seguir con otro tema. En otros países latinoamericanos donde pasó algo similar con Odebrecht, de acuerdo a lo que hemos leído en la prensa internacional, se han abierto investigaciones y es muy probable que, de comprobarse el soborno, serán sometidos a la justicia los sobornados y la empresa tendrá que pagar una indemnización y posiblemente el impedimento para realizar negocio en esos países.
La cultura de la ilegalidad que impera en nuestro país, impuesta desde los altos estamentos del estado, están enviando una señal clara a los menos afortunados de nuestra sociedad, que entienden que el que hace las cosas bien; no recibe ningún premio ni le va mejor. En ese proceso cíclico de corrupción e impunidad, una generación sucede a la otra y los que no pactamos con esas prácticas, seguimos de pie, denunciando lo que no está bien.
El Dr. Wazar, es un dominicano que siempre ha luchado por la transparencia y la igualdad. Es un patriota que ha optado por recuperar un tipo de protesta inusual, pero que quienes la conocen, saben que más de uno, ha pagado con su vida, el permanecer en este tipo de resistencia pacífica. Aún hay dominicanos que les duele su país, que están dispuestos a enviar el mensaje contrario, que un país solo sobrevive, haciendo las cosas bien, que no se vale robar lo que pertenece a todos para satisfacer la avaricia de la clase de poder.
El país va por mal camino. Nadie cree en la preocupación del comité político del partido gobernante, como tampoco, que vaya a variar la decisión previamente tomada en torno al sonado caso de corrupción. Como ya dijo alguien, hace falta que 2 millones de dominicanos se levanten y digan ya basta a este estado de cosas. ¿Podemos permitir que hombres como Wazar Gómez, mueran? Un galeno con una especialidad en medicina del sueño, que bien pudiera dar una gran contribución al país, en vez de estar haciendo protestas en contra de la corrupción. No es justo que muera, en su intento de querer lograr que ese círculo de corrupción e impunidad imperante, no le siga robando el futuro a tantos jóvenes que pueden dirigir nuestro país por un derrotero más ético y más equitativo.