La función principal de un buen funcionario es servir al desarrollo nacional desde esa posición. Hay empleados del Estado de alto nivel, lo que es un ministro, que desde el escritorio se endiosan, rehúyen al contacto con el pueblo y se olvidan de sus responsabilidades sociales.
Por suerte, no todos los funcionarios de nivel medio y de alta categoría son así. Tenemos un gran ejemplo de lo que es un servidor público serio y responsable en José Ramón Peralta. Su dedicación al trabajo, su lealtad, su lucha por mejorar los niveles de vida de las capas más desamparadas o retratan como alguien especial.
El principal pecado que puede cometer un alto cargo público es ser indiferente, rechazar la mano que le saluda, ponerse tapones en los oídos para no escuchar las necesidades comunitarias y tener siempre subidos los entintados vidrios del vehículo, para no ver el mundo fuera de las paredes del despacho.
José Ramón Peralta ha demostrado un accionar social y un fino tacto político que no se debe desperdiciar únicamente en el tren burocrático. Necesita entrar de lleno al terreno político, donde de seguro logrará grandes éxitos. Una buena administración, y un eventual triunfo partidista, llevarían a Peralta a ser una de las figuras de suma importancia para el futuro del país.
Desde ya, Peralta debe ir preparando su precandidatura para la senaduría de la provincia de La Vega. Es el más indicado para ocupar esa posición. El país ganaría teniendo en el Senado un hombre que ha demostrado amplia sensibilidad social. Además, el Congreso necesita caras nuevas, corazones que palpiten de acuerdo a las necesidades comunitarias y hombres y mujeres que piensen en el bien común.
De lanzar a tiempo su precandidatura, es casi seguro que sería el postulado como senador por La Vega en la boleta del Partido de la Liberación Dominicana y aliados. Contaría con el apoyo de los agricultores, los profesionales, las amas de casa, los obreros, y otras fuerzas vivas de esa pujante provincia del Cibao.
Es más, con los cambios obligatorios que tienen que venir en poco tiempo en el PLD, Peralta, mientras busca la senaduría por La Vega, también puede aspirar a la secretaría general. Son cargos compatibles, Reinaldo Pared Pérez es senador, presidente de la Cámara Alta, y secretario general peledeista.
A José Ramón Peralta, sólo le hace falta orquestar su equipo de campaña, y seguir las instrucciones de su jefe político, el presidente Danilo Medina. Cuando un político de peso no da el paso que las circunstancias le recomiendan, se pierde un activo social que luego no puede ser reconstruido.
Por lo pronto y en lo inmediato, es necesario que se dé un primer paso, llevando a Peralta al Comité Político del PLD. Sangre joven y espíritu de renovación, es lo que necesita ese organismo definitorio del peledeísmo.
José Ramón Peralta debe dar un paso al frente, el futuro se comienza a escribir ahora. Las candidaturas hay que pelearlas desde este momento. Una vacilación podría empedrar el camino. No hay tiempo para pausas. El político acucioso sabe en qué momento dar el paso al frente y asegurar el triunfo. Esperemos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos en el futuro inmediato.
*El autor es periodista y abogado.