Algunas proyecciones que se manejan, respecto al número de electores hábiles para el sufragio en las elecciones generales de Mayo del año 2020 en la República Dominicana, estiman que el padrón electoral en el exterior, rondará por más de 600 mil, lo que representa aproximadamente un 14 % del padrón general, porcentaje que puede decidir el resultado del ganador a la presidencia de la República.
La mayoría de esos electores están en los Estados Unidos, con un 62.90%, concentrándose la mayor cantidad de votos en New York y el estado de la Florida, siendo este último el que registra un vertiginoso crecimiento, que pudiera alcanzar hasta el corte establecido para el mes de Septiembre (fecha límite de inscripción), un padrón de aproximadamente 60 mil electores.
Lo que contempla la Ley N0. 136-11, en su artículo 9 sobre las circunscripciones electorales, que se crearon para regular la elección de los Diputados del exterior, ubican al estado de La Florida en la Circunscripción número 2, que componen Curazao, La Florida, Panamá, Puerto Rico, San Marteen y Venezuela.
Es oportuno recordar que la primera elección para los siete diputados del exterior, se realizó en las elecciones del año 2012, y por las razones de todos conocidas, prácticamente todos fueron reelectos. Para mayo del 2020 habrán completado dos periodos en el congreso nacional.
El caso que nos ocupa, y del que queremos ser portavoces, es que el estado de la Florida, se hace acreedora de un legislador que pueda coadyuvar con el fortalecimiento de políticas públicas inherente de la realidad política social y comercial que entrelazan a este estado con la nación Dominicana.
La anterior aseveración, la podemos sustentar en el informe que el año pasado, rindió la Embajada de los Estados Unidos con sede en la República Dominicana, en el que señala que ese país caribeño es el principal socio comercial del estado de la Florida en toda Centroamérica, y que además encabeza la lista a nivel regional, tanto en el renglón de exportación como el de importación.
La República Dominicana, ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en intercambio comercial de productos con el estado de la Florida con US$ 5,877.3 millones, cantidad que sólo es superada por Brasil, China, Colombia, Japón, Chile y México.
En materia de exportación a Florida, la República Dominicana registró US$2,859.8 millones de dólares en el mismo año, la mayor cantidad en Centroamérica y el Caribe, seguida por Honduras con US$2,510.9 millones y Nicaragua con US$1,382.5 millones.
Afirma además el referido informe que “La Florida, es el principal socio comercial de la República Dominicana en los Estados Unidos y por encima de los demás países. El comercio total de bienes entre ambas partes, cifrado en US$5,877.3 millones, supera con creces al intercambio de República Dominicana con grandes economías como las de México, Brasil, China y Canadá, cada una de las cuales oscilaba entre US$500 millones y US$2,500 millones para el año 2016, superando también al comercio dominicano que realiza con el vecino país de Haití, el cual se sitúa en US$851.3 millones para ese año.
Por ocho años la pujante comunidad dominicana en Puerto Rico ha tenido aposentado los os Diputados de esta Circunscripción. La clase política Dominicana tiene que ponderar fríamente esta realidad. Estimamos que es tiempo de una representación al congreso nacional, para el estado de la Florida.
Puerto Rico, por una serie de razones propia de los azotes naturales por la que lamentablemente atraviesa, se estima que su padrón de electores que rondaba por los 32,883, haya sufrido un notable desplome.
La Florida, ocho años después, y con un flujo migratorio impresionante, mas allá de banderías y colores, los actores políticos que en ella inciden, aspiran y están de acuerdo en tener su Diputado de Ultramar.
Por: Homero Luciano