El día del todo o nada en el futuro de los aspirantes a llegar al béisbol profesional de las ligas mayores.
Esta es la fecha esperada por tantas familias dominicanas con la esperanza de que sus vidas cambien económicamente hablando, sin que previamente se haya hecho un trabajo de formación y educación con los actores principales de esta historia los jóvenes peloteros, puesto que es evidente que lo necesitan para lograr permanencia en los equipos donde son reclutados posteriormente a la firma.
En el 2004 llegué a la conclusión luego de una investigación y seguimiento por años de las firmas a prospectos peloteros dominicanos y sus familias, que la falta de educación académica y formación doméstica, basada en reglas, valores y principios, hacía casi imposible conseguir subir a las ligas mayores, quedándose rezagados y frustrados por su mala conducta, falta de disciplina y dificultad para seguir instrucciones por su bajo nivel de compresión académica en cuanto todo lo relacionado con la dinámica del programa de enseñanza-aprendizaje del juego que desarrollan las academias con sus prospectos, hasta lograr convertirlos en jugadores profesionales de las grandes ligas.
Esteroides, falsificaciones y trampas a todos los niveles, son algunas de las situaciones que envuelven ese mundo que bordea y reviste la obtención de una firma millonaria codiciada por todos en pleno calor en nuestra caribeña isla cada año.
Julio 2, estresa a toda la familia y más cuando el contrato que se supone que firmará el joven ya está hipotecado en manos de los dueños de programas, que surgen como un regalo envenenado para el que quiere llegar y sus recursos son limitados, pueda a través de ellos prepararse para la gran oportunidad de ser ofertado al mejor postor por los dueños del gran negocio redondo en el mundo del bate y la pelota, en la gran carpa de las ligas mayores.
Los denominados programas ganan a veces más que el mismo prospecto al firmar con algún equipo en el tan anhelado Julio 2, pues su inversión es garantizada por un previo contrato pactado con los padres de los mozalbetes sin que la opinión de ellos tenga ningún valor en dicho acuerdo por su minoría de edad.
Hay que trabajar a partir de la toma de consciencia de todos padres para que desmonten el estrés que generan a sus propios hijos los cuales sueñan con salir de la pobreza económica al obtener una firma con las grandes ligas sin tener ni idea de lo difícil del trayecto hasta llegar a la meta final.
La firma no garantiza el éxito , solo te pone en la lista de competidores.
Esfuérzate y prepárate cada día más.
Aquí y en todos los países donde hayan granjas para desarrollar jugadores de baseball hay que trabajar con un programa diseñado para lograr el éxito sin esteroides, ni trampas miserables, pues de ser descubiertos ponen en riesgo y descrédito su vida profesional y el tan anhelado éxito en el deporte rey de todos los dominicanos.
Edúcate primero, si quieres ser un buen pelotero y pide s tu familia apoyo para no caer en la trampa revestida de dinero hasta el tope, denominada Julio 2.
Los equipos que adquieren estos futuros jugadores, solo ofrecen dinero por sus servicios, son otros los que generan estrés y desesperación a estos jóvenes inocentes, desprovistos de educación académica, formación del hogar y mucho sentido común.
No dejemos que esto siga pasando, porque la cantidad de frustrados luego de una firma de millones a veces, cada día sube más.
Padres, si quieren que sus hijos sean éxitos, prepárenlos para ser únicos, no uno más.
Si deseas orientación sobre este tema no dejes de contactarme.
Mg. Arelis García López.
Educadora /Orientadora y Terapeuta Familiar.