La composición del presupuesto nacional para fines de ingresos descansa fundamentalmente en dos instituciones: la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y la Dirección General de Aduanas (DGA).
De la eficiencia recaudadora de esas dos dependencias depende más del 80% de los recursos que necesita el Gobierno para financiar todas sus actividades y cumplir con las múltiples obligaciones a través de todas sus instituciones.
En el caso de Aduanas, los recursos vienen por vía de la aplicación de los aranceles que pagan las diversas mercancías gravadas.
Es decir, que de la capacidad de captación de aranceles que tenga la DGA en esa misma medida podrá el Estado disponer de de recursos para financiar las construcciones de obras prioritarias, pago de la nómina pública, la deuda externa y todos los demás compromisos ineludibles.
Por esto es que diversos sectores han saludado la puesta en operación de un moderno sistema de rayos X para viabilizar las operaciones afuanales en el puerto de Haina, por donde ingresa al país un elevado volumen de las mercancías, materias primas y equipos que se utilizan en la industria y el comercio.
Este anuncio del director de Aduanas, Eduardo Sanz Lovatón (Yayo) pone de manifiesto que no hay que ser un burócrata consumado, una persona dedicada por largos años a la administración pública, para ser eficiente.
Yayo Sanz es un joven abogado y político que sabe lo que tiene que hacer para cumplir las tareas encomendadas por el presidente de la República, y lo está haciendo.
La puesta en operación de la moderna herramienta de verificación de cargas es un paso de avance en procura de modernizar una actividad vital para el desempeño económico de la nación.
Un dato importante es que el moderno sistema no ha tenido costo alguno para las finanzas de la DGA, sino que fue una donación de una empresa privada.
Por Joel Rodríguez