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20 de abril 2024
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OpiniónYovanny A Díaz MYovanny A Díaz M

La discapacidad está en el Estado

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Todo el que se dedique al estudio profundo de la temática de la discapacidad tendrá que dar  respuesta a una pregunta básica ¿dónde está la discapacidad, en las personas o en su entorno?  La Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad en su preámbulo nos brinda respuesta bajo un enfoque de Derechos Humanos.

Esta reconoce: primero, que la discapacidad es un concepto que evoluciona y, segundo, que resulta de la interacción de las personas con las barreras de actitud y del entorno que impiden su participación efectiva en la sociedad. A pesar de que existen otras tesis y argumentaciones, nosotros por ahora, nos quedaremos con la que cientos de Estados vienen aceptando y ratificando. Recuerden, según la Convención la discapacidad está en el entorno.

Pero, (y aquí el famoso “pero”) sustentado en la misma Convención y asumiendo que la discapacidad evoluciona, abordaremos la temática desde la raíz del problema, con el mero objetivo de problematizar y sensibilizar en la temática. Atentos, que es un nuevo o poco tratado abordaje.

A la pregunta inicial proponemos agregarle el actor fundamental, ese que no puede ser el “entorno” que es un resultado del actor que consideramos fundamental, sino el que construye o permite su construcción, hablamos del Estado (sus funcionarios). Así que una nueva interrogante básica sería ¿dónde está la discapacidad, en el Estado (sus funcionarios) o en las Personas?

La pregunta se justifica desde el aspecto lógico y estructural, puesto que en la primera interrogante, se excluye el actor responsable de mantener un entorno inaccesible, un violador sistemático de derechos humanos y un ente discriminador en grado superlativo. Vulnerador de todos los tratados, acuerdos y compromisos para la inclusión plena de las personas con discapacidad que viene firmando en todos los escenarios, hasta llegar a Naciones Unidas.

Sé que muchos estarán de acuerdo conmigo y para la discusión aportamos una respuesta primaria o una hipótesis que bien puede estimular la realización de una tesis doctoral: Si el Estado (sus funcionarios) permite y construye (incluyendo sus obras) con barreras físicas, tolera la discriminación y entre otras vulneraciones a los derechos humanos que condenan a las personas con discapacidad a la exclusión perpetua, a la discriminación indignante y a sobrevivir, más que a vivir en pleno siglo 21, es el Estado (sus funcionarios) el que tiene y mantiene la discapacidad.

Algunas discapacidades del Estado dominicano: 1. Ya indicamos que firma acuerdos de derechos humanos que termina violándolos de manera olímpica; 2. Con la Ley 42-2000 duró 10 años de inaplicación efectiva por falta de un Reglamento; 3. Con la Ley 5-13 Orgánica de Igualdad de Derechos, que módica la anterior, luego de aprobar su reglamento, entonces no cumple los plazos mínimos para la realización de las normativas y productos vitales para una verdadera inclusión mediante la accesibilidad universal a los servicios básicos y garantías reconocidas universalmente a las personas con discapacidad; 4. Sólo con el compromiso de la Convención, vamos para 10 años sin Norma Nacional de Accesibilidad, y mucho menos, sin un plan.

El Estado (sus funcionarios) no sólo es que tienen y mantienen la discapacidad, es que no saben para donde van.

Presidente, por unos cuantos funcionarios (injustamente para su gestión) hoy (16/08/2017), cumplimos 5 años de exclusión, discriminación y vulneración sistemática a los Derechos Humanos de las personas con discapacidad. Injustificable para una gestión que asumió el tema con seriedad, al grado que ese compromiso le toca las almohadas. Por sus hechos podemos decir que nuestra Primera Dama es la principal embajadora del continente en la materia.

Como usted lo ha indicado Presidente, hechos no palabras, es lo que queremos de los funcionarios. El Reglamento 636-16 de la Ley 5-13 aprobado por usted, ordena en un plazo de 6 meses, la elaboración de no menos de 6 normas y reglamentaciones que van desde acceso al crédito en condiciones favorables (como es su línea de trabajo, domingo tras domingo) hasta la Norma Nacional de Accesibilidad Universal (Ojo, que esta última es la llave de todo) y más de 27 productos o regulaciones, de acceso a derechos fundamentales nunca podrán ser una realidad sin esa simpleza. ¿Dónde está la discapacidad?

Al pueblo dominicano, que sea el jurado.

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