No vivimos en Democracias, vivimos en gobiernos representativos. Al menos no en democracia como se conoció en Grecia.
En el siglo VI a.C. Atenas era una ciudad-estado (conocida como polis) de trecientos mil habitantes, una nueva york de la época, aquí comienza a gestarse una nueva forma de gobierno, es un momento interesante porque se parece al momento en que nacieron nuestros gobiernos; al igual que en la revolución Francesa, los atenienses estaban cansados de reyes y de que el poder se heredara, entonces pensaron que el poder debían tenerlo los ciudadanos, el pueblo y así surge lo que se conoce hoy como democracia(demo=pueblo y kratos= poder o gobierno) ateniense, siendo esta la primera democracia documentada en la historia de la humanidad.
Hasta aquí se parece mucho a lo que tenemos hoy, pero ¿en qué se diferencia ese sistema de gobierno de la Grecia antigua al nuestro?,
1- que los representantes no eran elegidos por la asamblea, Oseas por el pueblo. De pronto los atenienses se dieron cuenta de que elegir representantes significaba confiar en ellos y que eso podía llevar a los elegidos a decir que “si confías en mí, déjame hacerlo como mejor me parece”, por lo cual en lugar de confiar decidieron desconfiar y darle la vuelta a todo el sistema, así cualquier decisión que quisieran tomar los representantes tenía que ser consultada a los ciudadanos en una asamblea a los que podían ir todo el pueblo hasta el más pobre.
El poder entonces se manifestaba de arriba hacia abajo, ahora el poder estaba en la asamblea, entonces ya no eran representantes sino cargos públicos, ya que los ciudadanos se representaban a sí mismos en la asamblea. Bajo ese esquema el poder estaba en los ciudadanos.
Si eliges a alguien seguro hará cosas sin consultar , es como decir tú me has elegido has confiado en mí ahora yo decido; por lo tanto los griegos resolvieron ese asunto, no eligiéndolos, así que los cargos no eran elegidos, eran seleccionados mediante sorteo, si querías desempeñar un cargo público, te presentabas como candidato y entre todos los candidatos se sorteaba el cargo, y en quien recaía la suerte, ese lo ejercía.
Para que servía esto? Bueno a partir de ese modelo los funcionarios públicos no podían decir “El pueblo me ha elegido yo decido en su nombre”. El trabajo de quien ostentaba un cargo público era administrar y proponer cosas que debía aprobar la asamblea, pero también los ciudadanos podían proponer cosas, no nos olvidemos que el centro del poder era la asamblea, el pueblo.
Sabiendo que elegir implica confiar los atenienses decidieron usar otro sistema “actuar con desconfianza”. Por eso para ser candidato a cualquier cargo público tenías que pasar un examen, y ser un ciudadano ejemplar, por lo tanto los políticos eran gentes probadas y preparadas.
Bajo este sistema no servía de nada prometer, y si salías seleccionado y hacías algo diferente a lo aprobado por la asamblea hasta te podían matar. Aun con esta rigurosidad de calcula que cada ciudadano en Atenas desempeñaba un cargo al menos una vez en su vida.
Ha esto los atenienses le llamaban democracia y con este sistema Atenas se convirtió en la ciudad de su tiempo, siendo la cuna de la civilización y del saber, de un brillo tal que sus rayos de luz aun traspasan el tiempo hasta nosotros hoy. Todo esto sucedió en una ciudad donde las decisiones las tomaban la gente corriente.
Este sistema duro aproximadamente 200 años, exactamente lo mismo que lleva nuestro sistema de gobierno que nace hace aproximadamente 200 años con la Revolución Francesa.
No vivimos en democracia, vivimos en gobiernos representativos. La pregunta es ¿por qué acabamos llamándonos democracia?