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23 de abril 2024
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OpiniónManuel Hernández VilletaManuel Hernández Villeta

La caldera de las primarias

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En los últimos años la Iglesia Católicas ha ido perdiendo fuerzas, pero todavía tiene una posición dominante en el acontecer político y social del país. Lo más sensato hoy es escuchar la petición de la Iglesia, de que cada partido determine en forma interna el tipo de primarias que desea realizar. Rechaza que sea mediante una ley que se fijen primarias abierta  o cerradas.

Es la misma posición de la Junta Central Electoral. En columnas anteriores nosotros fijamos también nuestra posición de que lo más realista y menos lesivo al ambiente partidista es que el tema de las primarias sea decidido por cada partido político, y no que haya un acápite que se fije por ley de   cómo se deben escoger los candidatos.

Los actores que quieren imponer sea las primarias abiertas o cerradas sufrieron derrotas políticas, pero han sabido encajar los golpes. En el Senado fue una victoria para Danilo,  pero en la cámara de Diputados Leonel demostró su  fuerza. También surgieron las alianzas, que de ahora en adelante habrá que ver con detenimiento, para saber hasta dónde llegan con el correr a las distantes elecciones generales.

Medina dice en su mensaje a los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados que ningún sector tiene las fuerzas suficientes para imponer las primarias, y propone que sea estudiado el proyecto de ley por una comisión  conjunta  de ambas cámaras. Es una forma de aceptar el diálogo y no una derrota.

De integrarse una comisión conjunta, el proyecto de ley se tendría que evaluar desde cero, y en esa posición comenzarían los nuevos cabildeos. Es ganar tiempo, para ver si cambia la correlación de fuerzas. Es un temible pulso político, donde la ley que incluiría las primarias no tiene importancia, sino la candidatura presidencial.

Leonel, sabedor de que ha dado un golpe de fuerza, de inmediato consideró positiva la comunicación del presidente Medina, donde plantea el diálogo. El camino luce cerrado, y en los próximos días tendrán que haber acciones de importancia de los principales actores. Danilo acepta el empate, también Leonel. Hay que esperar la segunda parte de este equilibrio de fuerzas.

Antes de que fuera tema para la Junta Central Electoral y la Conferencia del Episcopado Dominicano, nosotros lo externamos: la selección de los candidatos se debe realizar en base a las primarias que escoja cada partido. La JCE lo único que tiene que hacer es servir de observadora para que no se vicie el proceso. Nada más.

En la praxis, la  forma de la convención no es más que el primer asalto en la lucha para escoger la candidatura presidencial, en el PLD o el PRM. Mientras Abinader tensa la línea opositora, Hipólito va al Ministerio de Agricultura, y felicita al presidente Medina por haber nombrado a Osmar Benítez. Se está jugando una pelota de grandes ligas.

El diálogo es la única vía que permite que los seres humanos puedan llegar a consenso en forma civilizada. Respaldamos el diálogo entre estos cuatro dirigentes y esos dos partidos. Desde ya se ve una recomposición de fuerzas en el escenario nacional, en medio de un aire enrarecido y de una densa neblina. Tendríamos que gritar como el filósofo: ¡Luz, más luz. ¡Ay!, se me acabó la tinta.

Por Manuel Hernández Villeta

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