El cerebro está compuesto por dos hemisferios aparentemente idénticos. Sin embargo, este órgano es funcionalmente asimétrico y su lateralización corresponde principalmente a las funciones corticales de sus hemisferios. En ese sentido, conviene saber que el lenguaje y los movimientos motores finos corresponden sobre todo a la corteza del hemisferio izquierdo, mientras las emociones y la habilidad musical corresponden a la corteza cerebral derecha.
El hemisferio izquierdo es mejor analizando los aspectos secuenciales de la información; identifica más rápidamente los detalles y establece distinciones precisas; se especializa en el lenguaje y en las relaciones causales. Por el contrario, el hemisferio derecho es mejor analizando los aspectos globales de la información. En ese sentido, mientras el hemisferio izquierdo atiende predominantemente al texto, el derecho aprecia el contexto. El hemisferio derecho procesa las interacciones sociales, la experiencia emocional, así como las tareas visuales y espaciales. Por esa razón, podemos decir que el hemisferio derecho es analógico y el izquierdo digital; que el primero permite apreciar el bosque, mientras el derecho sólo el árbol.
El hemisferio derecho es dominante con respecto a las emociones y al reconocimiento de los rostros. Además, su influencia es predominante con respecto a los aspectos prosódicos o no-verbales del habla, tales como el timbre, el tono o la melodía de la expresión vocal. Su especialización en la prosodia, las emociones y el contexto, explica su importancia cuando se trata de hacer chistes, ya que esta práctica depende de las inflexiones no-verbales y de la expresión facial.
Como ya hemos dicho, la habilidad musical se localiza en la corteza del hemisferio derecho; por esa razón, cuando un músico sufre una lesión en este hemisferio deviene incapaz de reconocer melodías familiares y de ejecutar piezas musicales. Los pacientes con lesiones en el lóbulo parietal derecho pueden quedar paralizados en el lado izquierdo de su cuerpo y, sin embargo, negar su incapacidad motriz, afirmando que pueden emplear su brazo izquierdo o su pierna izquierda perfectamente.
El hemisferio izquierdo es dominante con respecto al lenguaje, por esa razón, las lesiones en ese hemisferio afectan tanto la ejecución como la comprensión del lenguaje. En 1861, Broca descubrió que los daños en el lóbulo frontal derecho pueden provocar afasia expresiva, y Wernicke descubrió pocos años después que las lesiones en el lóbulo temporal derecho pueden provocar afasia receptiva.
Ahora bien, ¿Podría explicarse la incomunicación relativa entre hombres y mujeres por el predominio de las funciones del hemisferio izquierdo en el hombre y del hemisferio derecho en la mujer?
Por: Dr. Huberto Bogaert García