Recientemente han salido a relucir varios artículos periodísticos de personas que promueven la reelección presidencial del actual presidente Danilo Medina Sánchez, usando como argumentos los mismos que ya se agotaron en el pasado proceso electoral: los niveles de simpatías del Presidente.
La promoción del actual presidente Medina se hace muy a pesar de que la constitución la prohíbe pero sus auspiciadores dicen que eso fue así en el 2016 y el Presidente se reeligió, lo cual dice que ellos no tienen ningún respeto por la constitución de la República.
Por su parte el Dr. Leonel Fernández en su condición de presidente del PLD ha dicho que la constitución hay que respetarla y defenderla ya que su festinación para la reelección ilimitada puede abrir las puertas al aventurismo y a la dictadura, como sucedió en el 1930 cuando el Presidente Horacio Vásquez se extendió el período e intentó reelegirse de manera ilimitada.
A los que tratan de descalificar al Dr. Leonel Fernández para asumir la defensa de la constitución hay que recordarle que en el año 2000 y en el 2012 el Presidente Leonel Fernández se negó a modificar la constitución para su reelección y beneficio político, no obstante los altos niveles de popularidad de que disfrutaba en aquellos momentos.
Si se quiere tener una idea del peligro que representa en un país como la República Dominicana una tercera reelección consecutiva sólo basta con refrescar la memoria de lo que ha sido el pasado reciente.
En el 1966 llegó al poder el Dr. Joaquín Balaguer, quien modificó la constitución para crear las condiciones para su perpetuación en el poder. El Dr. Balaguer se reeligió en el 1970 y también en el 1974, e intentó reelegirse de nuevo en el 1978, creando una gran crisis política que puso al país al borde de una guerra civil, abriéndole el camino a la intervención política extranjera, que se sirvió con la cuchara grande en aquel momento político.
Más adelante el Dr. Balaguer regresó al poder en el 1986 y se reeligió en el 1990, luego de hacerle un gran fraude al PLD en dichas elecciones, y como si fuera poco intentó reelegirse de nuevo en el 1994 creando una crisis de tal magnitud que la Partidocracia tuvo que modificar la constitución para recortarle el período en dos años y prohibir su presentación como candidato en las elecciones del 1996.
La realidad se ha encargado de demostrar que lo máximo que se le puede tolerar a un presidente son dos períodos consecutivos sin que se vulnere la democracia y la institucionalidad del país, por lo que no hay razones de tipo político que justifiquen que se impulse una tercera reelección del actual Presidente de la República.
El gobierno debe seguir trabajando para beneficio del país y olvidarse del 2020 para el Presidente Danilo Medina Sánchez, y pensar en el PLD y su continuidad en el poder, llevando como candidato presidencial al Dr. Leonel Fernández.
Decir que el Dr. Leonel Fernández debe desistir de regresar al poder, y que se dedique a la academia, es decirle a sus millones de seguidores que hagan lo mismo y se olviden del poder y del Dr. Leonel Fernández. En la República Dominicana los liderazgos no se improvisan y la gente no apuesta a cualquier improvisado. La gente le gusta ir a lo conocido y a lo seguro y el Dr. Leonel Fernández es el camino más seguro que tiene el país para el 2020.
Una tercera reelección es el camino de la incertidumbre y el país necesita seguir trillando el camino del desarrollo y del bienestar social con democracia y transparencia.