Las actividades físicas incluyeron tareas domésticas, jardinería, reparaciones técnicas caseras; y las seis formas más populares de deportes o ejercicio practicadas: ciclismo, natación, aeróbicos/gimnasia, correr, fútbol/rugby y badminton/tenis/squash.
Durante el tiempo que duró la investigación, 8.790 personas incluidas en la muestra murieron, de ellos 1.909 debido a problemas cardiacos.
Luego de analizar los resultados y tomar nota de los factores potencialmente influyentes, los resultados fueron los siguientes: en comparación con los encuestados que dijeron que no habían hecho ningún deporte, el riesgo de muerte por cualquier razón fue 47% menor para aquellos que jugaron los citados deportes de raquetas, 28% menor para nadadores, 27% menor para los adeptos a los aeróbicos y gimnasia, y 15% menor para ciclistas.
No hubo diferencias entre quienes no hacían deporte y quienes jugaban fútbol o corrían. En lo que se refiere al riesgo de muerte por enfermedades cardiacas y/o paros, se reveló que jugar deportes de raqueta estaba asociado a un 56% de riesgo más bajo de padecer los referidos males, un 41% menos de riesgo para quienes nadaban y un 36% menor para quienes hacían aeróbicos, comparando estas cifras con aquellos que no participaron en los mencionados deportes.