De dos décadas hacia acá el mundo ha cambiado enormemente. Eso lo notamos en lo político, económico, en las comunicaciones, en lo sindical, etc. No todos entienden esos cambios, no todos se adecuan a esa nueva realidad, y por eso vemos que algunos fracasan.
Adecuarse, adaptarse a los cambios, de ahí depende el éxito o el fracaso de los líderes y las organizaciones.
Juan Marte, como dirigente y empresario del sector transporte del país y de Santiago ha entendido esos cambios, por ello lo observamos ejecutar una gerencia en su sector que brinda confianza y apuntan al interés común de su capilla, sus afiliados y socios.
No es fortuito cuando expresa su concepto e ideas sobre la transformación que debe sufrir el transporte en Santiago y el país, apela a la colectivización del sector garantizando siempre la vida, el trabajo y sustento de los hombres del volante.
No es sostenible el concho en las históricas calles de Santiago, estrechas vías, hecha para que en su época transitaran carretas.
A veces uno no entiende como no ha sido posible el entendimiento entre el alcalde Abel Martínez y Juan Marte para aplicar las ideas de este último, impulsar programas del sector transporte y políticas publicas desde el gobierno municipal.
Es como si Abel, joven político, no se adecuara a los tiempos y solo pensara en el arcaico concepto de que un alcalde solo está para recoger basura y mantener el ornato de la ciudad.
En la concertación, en la unidad, en la aplicación de políticas públicas que beneficien a todos está el éxito o el fracaso de cualquier gestión de gobierno municipal.
Ya quedaron atrás los días del dogma individualista y excluyente…porque no ayudan al bien común y llevan al fracaso del liderazgo.
Se hace claro y evidente que la política, los gobiernos locales tienen que aplicar el concertar, porque sólo desde ella, se puede cautelar efectivamente el bien común…
El conflicto desde la instancia de poder, desde el Ayuntamiento crea desconfianza generalizada.
Desde hace un tiempo Santiago ha tenido un renacer de liderazgo, Abel y Juan Marte son una muestra de ello.
Abel Martínez puede cometer errores al creer que desde la alcaldía recibirá del pueblo santiagués los aplausos fáciles, y creer ser popular con populismo.
Abel Martínez debe generar los adecuados estímulos para la inversión y la economía santiaguera, solo podrá lograrlo aplicando políticas públicas adecuadas, aunando voluntades de todos los sectores.
Hasta ahora, a pesar de la limpieza y el buen ornato, no está respondiendo a las exigencias de la ciudadanía y es incorrecto general conflicto con sectores vitales de Santiago amparado en un orden que lo que esta es generando desorden e incertidumbre a los ciudadanos.
Esta ciudad es cada día mejor informadas, más críticas, más exigentes.
Y aquí ya han cambiado las reglas del juego para los políticos, para los empresarios, para las iglesias, para los comunitarios, para todos, por ello la concertación, la unidad es vital…
Los líderes de hoy debe someterse a estándares de transparencia infinitamente superiores a los que existían 20 años atrás. Sueldos, beneficios y decisiones públicas ya no son secretos; hoy son parte de la función pública, son transparentes…
Ya se terminó la época en que las políticas públicas se hacían en un laboratorio.
Hoy, el centro está en las personas y se toma en consideración a quienes beneficia o afecta cada decisión. Juan Marte esta con esa visión y exige transparencia en las políticas que quiere aplicar el gobierno municipal en su sector, el pueblo de Santiago merece explicación, su sector también.
Abel Martínez como alcalde de Santiago tiene que saber explicar cada política y cada decisión, con sus aciertos y bemoles. Si no se expone a perder legitimidad ante los ojos de la opinión pública y el pueblo.
El autor es periodista
Es asesor de comunicación y consultor político. Director de frontera25.net, vicepresidente del Colegio de periodistas dominicano, colabora en diferentes medios digitales del país. Ha publicado varios libros. En sus artículos y libros escribe sobre nueva política, comunicación y nuevas tendencias en el ámbito social y político