La participación activa en la política supone el reto de la juventud hoy en día, más que los partidos tradicionales dígase PLD,PRD,PRSC o el PRM duran años para renovar sus filas; el promedio de edad con que cuenta el gabinete del PLD sobrepasa los 60 años igualmente la cúpula del PRSC, casi 25 más de lo que estipula la Organización Mundial de la Salud como límite de la juventud (35-37 años) Para el PRM, que se supone debe ser un partido moderno, los resultados son más alarmantes. Lo primero a resaltar es que ninguno de sus actuales dirigentes es nuevo, más bien son el resultado de la división con el PRD.
Es irónico que en la cresta partidaria la juventud sea mínima cuando todos los cambios sociales ocurridos en el país, comenzando por su Independencia, fueron liderados por valientes menores de 35 años. Las mismas figuras tienen más de 25 años siendo jueces y parte, aunque para candidaturas han abierto espacio a los nuevos.
Pero en los últimos años los jóvenes se están entrando de poco a poco en la política, sin importar línea partidaria muestran su gran liderazgo social y político que inclusive en las pasadas elecciones del país muchos jóvenes(25-37 años) alcanzaron cargos congresuales y/o municipales contra todo pronóstico ante figuras políticas bien consolidadas en sus respectivas demarcaciones, mostrando que la juventud no es una debilidad sino una fortaleza porque en ella esta la capacidad de soñar y plantearse metas para superarse también un noble deseo de ayudar en todo lo que sea posible
Eso necesitamos en la República Dominicana, muchos más jóvenes dentro de la política mientras sea competente y con vocación, porque ejercer con avaricia se vuelve fantasía, se vuelve incluso asqueroso, se debe ser humilde y tener pasión porque somos el presente que decidirá el futuro de nuestra nación, cada decisión pesa y el camino no es fácil pero no imposible.