De repente surge el argumento de que Johnny Abbes García, casi seguro el actor más sanguinario de la dictadura de Trujillo, está vivo y reside en EEUU.
Es un dato que ofrece el intelectual Tony Raful, como adelanto del contenido de un libro que pronto pondrá a circular.
Si es así, que el esbirro Abbes García aun vive (hoy tendría 94 años), en el país se abrirá un interesante debate sobre un eventual pedido de extradición por parte del Estado dominicano a las autoridades competentes de los Estados Unidos, para que el verdugo pague aquí por una extensa lista de crímenes cometidos durante su temida jefatura en el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), que era el brazo de terror y de ejecuciones de aquella época oscura y tenebrosa que vivió RD con Rafael Leónidas Trujillo Molina al mando de los destinos nacionales.
La prescripción o no de los asesinatos que se le atribuyan al secuaz trujillista, lo que se determinará viendo el conjunto de nuestras leyes, vendrá a ser un aspecto sobre el cual se centraría buena parte de la discusión que habrá de darse para gestionar traer de vuelta al país al cruel y carnicero, si es que aun respira, y lo que obviamente es lo primero que habría que comprobar.
Su ancianidad mandaría un juicio y eventual prisión en condiciones particulares.